Su vida desde siempre era muy rutinaria, entre su familia, trabajo y las amigas el fin de semana que eran cuándo ser reunían y se contaban sus vivencias que les había pasado en esos días, apenas con sus hobbies: la lectura, la música le llenaba su tiempo libre, los viajes en verano, alguna exposición o el cine. Es cierto que apenas se había metido de lleno en el mundo de la informática, la conocía por medio de cursos, era un mero usuario.

Empezó a escuchar entre sus compañeras de trabajo, amigas e incluso algún conocido lo de las redes sociales que se habían puesto de moda, y con mucho miedo al principio fue queriendo conocer ese mundo dónde se podía conocer gente nueva o incluso otros amigos que ya se tenía, de manera virtual.

Navegando por un sitio y otro se abrió una cuenta de Facebook, y descubrió que había un locutor de tele que le gustaba cómo hacía el programa y que incluso tenía un blog, sobre ese trabajo que tenía. No sabe cómo fue pero descubrió que le interesaba ese blog, algo tenía quatrapaba, sería que ese locutor era cercano y cordial a todos aquellos que le seguían, ya que  llegó a tener un número importante de seguidores y cada cierto tiempo, se reunían en ese blog para  conocer si había puesto un nuevo post, diferente y entretenido.

Entre ellos había un chico que le llamó la atención, no sólo por sus ideas o manera de ser, sino porque vio que tenían muchas cosas en común y eso le hizo que hablarán no solo en el blog, si no que para poder hablar en privado se  hicieron amigos por Facebook. El ambiente de ese rincón virtual era muy agradable, tanto en los buenos como en los malos momentos allí. A ella tuvo algún pequeño problema de salud y él sin conocerla apenas le dirigió un bonito saludo que la emocionó.

Pasaron los años y se hablaban de vez en cuando, cumpleaños o en momentos puntuales, hasta que una noche estaba ella conectada y escuchando su programa de radio preferido en ese momento y lo vio que también estaba por allí y le saludó y pensando que no se acordaba de ella pudo comprobar que no era así. Volvieron a retomar esa amistad virtual y a ponerse al día de sus vidas. Sus aficiones por escribir, él lo hacía desde hacía tiempo, ella sin embargo, apenas había empezado, gracias a ese nuevo programa que le gustaba, en él había una sección de relatos cortos o cuentos y se animó.

Se dio cuenta que le gustaba ya que algunos de sus relatos no sólo eran para ella o aquellos amigos que se lo enseñaran sino  que al locutor le gustaban e incluso se los leía por antena, todo un honor. Este amigo le decía que tenía que seguir escribiendo, le gustaba cómo lo hacía e incluso le publicó otro de sus relatos  en el blog de él que también salió por antena. Poco a poco ella se animó a tener un blog de esas vivencias suyas que le llenan y comprueba que hay gente que también le gusta su manera de escribir.  Gracias por este apoyo y bonita amistad.

Qué bonita tarde en la orilla del mar pase con mis amistades de toda una vida
y como todas las tardes hablando de nuestras vidas
Alguien se a cerco con una botella de vino frio y se sentó con nosotros..
La tarde caía y la luz rojiza cubría el cielo azul
y de fondo se oía la música que alguien tenía puesta la radio
Sonaban los acordes de aquella canción que tanto nos encendía. ¿la recuerdas??? El aroma del mar, las luces del atardecer, las risas de nuestros amigos de fondo.... Fue una tarde perfecta
Por unas horas volví a mi infancia y pude sentir la inocencia, la despreocupación, y la ilusión que entonces me envolvía sin ningún tipo de sombras
Una Cesta, unas velas, un mantel...todo indicaba que esa iba a ser su noche
"poco a poco una luna de plata salió del mar para marcarles el camino"
estando en buena compañía las horas pasaron volando
Las estrellas nos enseñaban un camino desconocido...
El camino de la madurez, el camino de la separación, donde las distancias y las responsabilidades nos volverían a separar regalándonos un recuerdo más, el de aquel día tan especial.
Al alba decidimos que teníamos que volver a repetir
Al despertar el sol nos invitó a darnos un baño en esas aguas cristalinas rotas por la espuma del mar
Y entonces vino el callista y dijo.."¿Donde dejo esto?"

La vida te sorprende de muy diversas maneras. Conoces a tus amigos de diferentes formas; en la infancia, ya sean compañeros de colegio, vecinos, luego pueden durar toda una vida. Ahora con las Redes Sociales vas viendo que hay gente que le gusta lo que publicas, compruebas que son muchas veces las que lo hace, y tienes ganas de conocerlo a través de ellas. Cuándo así ocurre las primeras conversaciones son triviales, de dónde eres, en qué trabajas, familia....etc.
Luego se van profundizando más y te das cuenta que tienes muchas cosas en común y que esa persona se hace especial y necesitas saber de él todos los días.....ya sean saludos o incluso saber como le ha ido el día, si está bien.....
Muchas veces nos sentimos solos aunque estemos con la familia, amigos, y te hace abrirte a esa persona que te escucha, te cuenta lo que le pasa y quiere formar parte de tu vida, que aunque en un primer momento sea virtual, quizás en un futuro no lo sea sólo así, si llega el momento de conocerse personalmente.
Tampoco viven tan lejos para que eso no pueda llegar a ocurrir en un futuro no muy lejano.
Se ríe con él de sus ocurrencias, se preocupa si algo le pasa, sabe que puede contar con ella para lo que sea, y eso es importante , ya que significa que ya no está solo, con una simple llamada o mensaje pronto le contestará y le demostrará su amistad.

 Es aquella época del año llena de esperanza, ilusión, cariño, amor, sobre todo, cuando eres pequeño. Con la inocencia que se tiene en ese momento, esperamos los regalos, de los Reyes Magos, por pocos que sean. Me acuerdo que en mi pueblo, Illueca, teníamos que ir a la Plaza Mayor y el Rey que te gustaba, en mi caso era Gaspar, te nombraba y te daba el regalo pedido.

Luego todo es diferente, a lo mejor no esperas tantos regalos, pero creo que el mejor regalo es tener a toda la familia unida en esos días tan especiales. Recuerdo con cariño la Navidad del año 1999, ya que me estrené como tía de mi sobrina Laura. La casa se llenó de familiares, amigos, vecinos para darnos la enhorabuena.
 Por desgracia, luego fueron faltando miembros importantes de la familia: Padre, tíos, cuñado. La alegría llegaba con mi sobrina, de pequeña, la esperanza de los regalos pedidos, aunque con el miedo de momento de la llegada de Papá Noel. Pero luego, con mi trabajo en la Residencia, estos días tienes que intentar animar a los Abuelos y hacerles felices de la mejor manera posible.

Todos los años en Zaragoza se celebra a finales de octubre y principios de noviembre, el Rastrillo Aragón, una cita ineludible con la sociedad de la ciudad en apoyo de los demás, ya que es organizado por la Fundación Federico Ozanam. Este año ha sido especial por muchos motivos, se le celebraba el 30 aniversario de este mercadillo solidario, cuyo emblema es el delantal rojo y todos aquellos voluntarios/as que dejan unos días para ponérselo y vender con las mejores de sus sonrisas todos aquellos artículos que tienen para que con unos precios asequible en la mayoría de los casos tengan una vida mejor todos aquellos que lo necesitan.

En mi caso soy voluntaria desde hace 18 años, empezamos en el XIII con el stand de libros y ahí seguimos con el mismo, unos precios muy baratos que con lo que vamos vendiendo aportamos nuestro granito de arena para que funcione y se  saque mucho, con los años que llevamos de crisis es muy importante la cantidad económica que se saca, durante los diez días que dura.

El ambiente que se respira es importante, la unión, el hecho de poder estar juntas esos días al año hace que incluso se desconecte de lo que es la rutina del año, trabajo, familia, etc, y se ponga como meta ayudar a los demás a la vez que la satisfacción de que se saca mucho dinero para los demás. Tenemos tiempo de risas, saludar a los amigos y familiares, y todos aquellos que todos los años vienen a vernos. Se comenta que en España no se lee, pero yo afirmo lo contrario, ya que hay inmumerables " amigos ", vienen casi todos los días y siempre encuentran aquel libro que se quería leer, o que se perdió al darlo o por otros motivos. Nosotros tenemos unos precios muy bajos, pero la cantidad que se saca a lo largo de esos días nos hace felices e incluso nos da alas para seguir durante muchos años más.

Vienen gente famosa de la ciudad como autores de libros que quieren aportar con su granito de arena una ayuda para los demás. También toca momentos de fotos con ellos e incluso con las compañeras y amigas del stand para inmortalizar ese momento tan especial para nosotras.Después del final hay un pequeño aperitivo y la cena de nuestro stand. Una forma de recordar lo que se ha hecho. Gracias por compartir ese momento tan importante.

Cuándo eres joven dices las cosas que en ese momento te salen sin pensar. A mi me pasó que estando en Calatayud de fiestas con mi amiga Olga, un chico que trabaja en las ferias ese año quería conocer mi dirección. La idea no me apetecía mucho, distintas ciudades y creía que era mucho mayor que yo...entonces dije lo primero que se me ocurrió " soy de la China", justo en aquellos momentos ese país lejano no pasaba su mejor momento. Su líder Mao Tse Tung, había fallecido. Por lo visto el chico se quedó convencido y no insistió más... menos mal pensé.

Acaban las fiestas de la Peña y mi amiga Olga se vino para las del Pilar a pasarlas conmigo a Zaragoza. Una amistad que dura toda una vida, aunque vivamos en ciudades diferentes estamos en contacto e incluso nos vemos de vez en cuando. Decidimos ir a las ferias , que tanto nos gustaban a las dos. Nos montamos en la atracción de este chico, y cuándo nos vió se sorprendió vernos allí. Nos esperó cuándo acabó el viaje de la misma y nos preguntó "¿ qué hacíamos allí?. Le tuvimos que decir la verdad, que eramos amigas y yo en ese momento vivía en Zaragoza. Menos mal que no lo tomó a mal e incluso nos invitó a tomar un refresco en algún bar que había allí en las ferías.

Al pasar los años en un programa de radio que escuchaba, el tema eran las trolas y me acordé de ese momento y lo conté....lo malo que al locutor no lo creyó. Es cierto que me conoce....yo no puede escuchar el mensaje que mandé, pero si la coletilla final del locutor que dijo "....mira de la China, pero si es de Zaragoza....ay madre mía como estamos...". Por lo menos pensé le he sorprendido.

Mi Colegio era muy grande, situado en un barrio que iba creciendo poco a poco en aquella época que yo iba allí. Tenías que coger un autobus que te recogía y dejaba justo al lado de casa. Tenía mucha zona de jardines y había alguno que otro perro por allí, no se si era de vigilancia o se había colado.

Me acuerdo que había uno negro pequeño muy majico, que estando en el aula, antes de dar clase lo llamé desde la ventana y vino corriendo para jugar conmigo, varios días pasó eso. Lo bueno del caso fué, que se dió cuenta una Hermana del Colegio y abrió una puerta y el perrito entró a la zona de las clases, cosa que nunca había pasado. 

Nosotras lo metimos en clase y lo tenía una compañera que se colocaba al final de la misma, ni que decir tiene que casi nos enteramos mucho de la clase, si no todo lo contrario, más pediente de lo que hacía el perrico. Si hacía algún ruido sospecho tosíamos para disimular. Cuándo terminó la clase nos fuimos a nuestra aula y nos sorprendimos cuándo la profesora dijo se ha portado bien el perrico, y he hecho la vista gorda de la situación. 

A la hora de la comida se lo llevó una compañera a su casa que vivía cerca del colegio, las demás como estaba lejos nos quedábamos a comer allí. Lo bautizamos con el nombre de Poldark, en aquello época echaban la serie en la tele y estábamos todas enganchadas a ella.

Cuándo eres pequeño cualquier situación que te ocurra es difícil olvidarla aunque pase mucho tiempo, te marca de tal manera que parece que sea actual cuando se recuerda. Si vives tu infancia en un pueblo pequeño, dónde pasas mucho tiempo en la calle jugando con los amigos o paseando; sabes que no hay peligro ya que todo el mundo te conoce. A mi me pasó una situación que me marcó. 

Estaba en la calle, al lado de la casa dónde vivía con mi familia, los primeros años de mi vida en mi pueblo, Illueca. Me encontraba sola en ese momento pero no pasó nada hasta que llegó un señor, que trabajaba allí en las numerosas fábricas de calzado, que había en mi pueblo, de contable. Me acuerdo que iba vestida con un vestido que el peto lo tenía beiss y una falda escocesa de color rojo y negro....y hacia juego con esa falda una corbata.

No era la primera vez que me veía el señor y yo vestida de esa manera....en cuánto me vió por la calle me decía..." esa corbata la quiero yo...."y a mí lo único que se me ocurría en ese momento era lo de siempre, sujertarme fuerte la corbata y subir corriendo a mi casa, dónde me encontraba a salvo.

Pues pasaron los años y mucho después de aquello, me acuerdo que en casa, ya vivía en Zaragoza, mi madre y mi tía hablaban de alguién del pueblo que creía que conocía. Les pregunté de quién hablaban y me dijo mi madre: " Inés del señor que cuándo eras pequeña, en Illueca te quería coger la corbata del vestido que tenías". Mi madre pensaba que no me acordaba de aquello, pero les dije a las dos: si que vive, porque yo lo ví hace unos días en las calles de Zaragoza cuándo iba paseando con mi amiga Elena y lo conocí. 

Es de suponer las caras que pusieron ambas, y sobre todo, mi amiga que me dijo " me sorprendes siempre Inés, con tu memoria prodigiosa, como puede ser que tan pequeña te acuerdes con los años que ha pasado, y encima le conozcas". A mi amiga le conté lo que pasó y se quedó sin palabras de aquello.

Sin darnos cuenta va pasando la vida rápidamente; el verano se alargó un poco más de lo normal ya que también llegó con algo de retraso. Últimamente suele pasar, las estaciones van un poco mezcladas y no hace lo que tenía que hacer en ellas; calor, lluvia, frio etc. Todo eso nos afecta a todos y a todo: los cultivos, y a las  personas nos influyen más de lo que pensamos e incluso nos damos cuenta.

Con la estación del otoño llega en parte la melancolía de este verano caluroso, especial que hemos pasado, incluso con un año más,  empieza a amanecer algo más tarde y eso hace que dé más pereza levantarse de la cama y sobre todo, los madrugones cuándo vas a trabajar; deseas estar un rato más en la cama, y por el contrario al  anocher antes casi tienes ganas de llegar a casa para estar más caliente en el hogar familiar. Toca hacer cambio de armario que dura mucho tiempo en el año, mientras que el verano al ser  mucho más corto, llevando ropa más cómoda y colorida.

Nos fijamos que los árboles, que antes tenían sus hojas verdes y brillantes, se van perdiendo y caen al suelo; pero también tiene su lado bueno. Nos abrigamos bien, damos paseos largos que se van disfrutando de otra manera, sin esas prisas del verano por el calor que sale del asfalto y se puede contemplar mejor la gente que pasa a tu alrededor o contemplar ese paisaje ya sea vegetal o de la ciudad.

La luz es diferente pero tiene su encanto, la lluvia es necesaria para todos y llevando paragüas, puede ser muy romático ya vayas solo o en buena compañía. Lo malo es luego el cambio de hora que hace que a las seis de la tarde ya sea de noche. A veces en esta época se vuelve uno más casero: disfruta de tus libros, música o de todo aquello que te gusta hacer. Veladas con amigos que antes se hacían más, alrededor de una buena taza de café para comentar nuestras cosas o inquietudes. 

La vida nos da una oportunidad de hacer que esta nueva estación que acabamos de estrenar, el otoño, sea especial y la recordemos no como una rutina estacional, si no como algo que forma parte de nuestra vida, que nos hace madurar y experimentar algo nuevo que teníamos en mente hace tiempo y decidimos que es el momento de llevarlo a cabo.

Hay veces que la inocencia y las ganas de pasarlo bien ante la novedad del momento, te puede jugar una mala pasada, pero por desgracia no fue así. Cuatro amigas, que estaban en el ciudad de dos de ellas en plenas fiestas patronales, decidieron dar un paseo antes de comer. Caminando hacía el Pilar pasaron por una calle comercial que era la antesala del Pilar. Le llamó la atención  un gran almacén y pensaron entrar a dar una vuelta por el.

No iban a comprar nada, pero les apetecía comprobar aquello que en las distintas secciones de esa tienda grande tenían a la venta: música, libros, ropas, complementos, en fin una gran variedad de productos. Subieron a todas las plantas, ya fuera por las escaleras metálicas como por ese ascensor, que desde el principio les llamaba la atención y no paraban de subir y bajar.

No saben los viajes que hicieron en él, y sucedió que al final se quedó atrapado entre varias plantas; se asustaron un poco las cuatros amigas y llamarón al timbre y le sacaron de allí los de mantemiento. Tuvieron que dar un salto con ayuda, había bastante desnivel. Salieron avergozadas por la situación comprometida del momento, con la idea de que no volviera a pasar de manera intencionada  nunca más.

Cómo estaban  cerca del Pilar, fueron a ver a la Virgen, que en esos días celebra su honomástica y le dieron las gracias ya que el " juego" no había llegado a nada más afortunadamente. Aún tenían el miedo en el cuerpo de la situación vivida, que era posible que tardasen en olvidar.

Las vacaciones de verano con los hermanos y primos en el pueblo natal siempre son diferentes, sobre todo, si algunos de ellos vivían en otra ciudad cercana, y por eso siempre iban a pasar allí parte de sus veraneos.  Nunca ocurre lo mismo cada día.  Por eso al vivir en una casa grande se puede disfrutar de ella y crear numerosos juegos sin tener que salir a la calle, sobre todo, en las horas de más calor. En esas estaban, todos un poco aburridos, ya que no sabían que hacer no les apetecían ver la tele, siempre había lo mismo. Enseguida pensaron en hacer algo especial.  Se pusieron mano a la obra.

La casa tenía un corral bastante grande, con algunas gallinas. Mandaron a éstas al corral y ellos se metieron en el gallinero; lo limpiaron para estar más cómodos y así, contando historias y anécdotas de su vida pasaron la tarde.  Jugando y vieron que si tenían hambre, ya que era la hora de la merienda, no tenían problema con ello. En uno de los graneros, justo el que daba acceso al gallinero, una de las tías de ambos tenían comida para ellos. 

Luego cuándo pasó el calor y después de cenar, en aquella casa había un muro muy grande y los amigos de ellos venían por la noche a " tomar la fresca". Se divertían contando sus aventuras de pequeños o incluso lo que esta tarde habían hecho. Unos con las bicis, otros en la piscina y otros incluso en casa, pero en ese rincón que por un rato fueron de ellos solamente.

Se halla en lo alto de su pueblo natal, como queriendo controlar todo lo que ocurre debajo de él. Es majestuoso e impresionante, ya que cuándo te vas acercando al lugar geográfico dónde se halla los ojos van directamente hacía él, cómo si te llamará diciendo " mírame". Afortunadamente, ahora desde hace muchos años está restaurado convirtiéndose el Castillo-Palacio del Papa Luna,  en una Hospedería con encanto que vale la pena visitar.

Cuándo era pequeña se acordaba que subir a lo alto del pueblo era peligroso; muy escarpado, pero que como eres joven no tienes miedo del peligro que aquello conllevaba; lo único importante era disfrutar del momento con los amigos. El paso de los años había llegado a estropearse de tal manera que era necesario hacer algo para evitar su deterioro.

Afortunadamente eso sucedió.....fue donado al pueblo por la familia propietaria y se pusieron de acuerdo para restaurarlo y poder disfrutar de él, el pueblo con orgullo y todo áquel que quisiera visitarlo. Se creó una Escuela de Taller con todos los gremios posibles.....muchos años de dinero y sacrificios, con profesores y alumnos qué luego tendrían un oficio para ganarse la vida.

Ella con sus amigas fueron visitándolo en todas sus fases posibles: antes de las obras, durante ellas, cuándo se acabaron pero sin muebles y ya con muebles. Tenía la suerte de tener un buen amigo, que con la idea de pasar un día en su pueblo con sus amigas....la visita obligada era el Castillo con su amigo,  y al hacer el recorrido que les emocionaba al poder palpar la historia que pasó a lo largo de todos los años.

Lo visitaron tantas veces que les gustó tanto que pensaron: " vendremos un fin de semana" y nos alojaremos aquí y disfrutaremos de las vistas y de todo el encanto del pueblo, por cierto, este pueblo es Illueca, de dónde es oriunda. Vale la pena visitarlo.

El árbol dio al leñador su fruto y su sombra y éste, vencido, durmió a su lado hasta las 9, lo había plantado en su huerto, de la casa de un pueblo que para él siempre había sido un lugar especial en su vida. Tuvo la oportunidad de comprarla y se puso manos a la obra. La casa estaba en buenas condiciones, pero sin embargo, el huerto había que mejorarlo y trabajar en el bastante.

Ya estaba jubilado y al estar solo, pensó en el lugar dónde había sido feliz y allí fue a terminar la última etapa de su vida. Empezó a pensar lo que iba a poner en su huerto, algo de fruta y  verduras para alimentarse. Y algún árbol para que cuando creciera fuera su rincón preferido en los días de mucho calor. Cuando poco a poco vio que ese árbol iba creciendo y dando fruto, se puso contento y lo celebró con sus amigos del lugar. Pasaron un buen rato todos juntos.

Al principio la gente de ese pueblo lo miraban de lejos, parece que no quería relacionarse con nadie de allí, pero sin embargo, era todo lo contrario, siempre había estado solo y ahora no quería estarlo. Puede que encontrara allí alguna persona que le pudiera entender y comprender, y quien sabe si esa pequeña relación podría llegar a algo más. Sin embargo, bajo el árbol y su sombra, con un libro de acompañante,después de leer un buen rato, se dormía a veces pensando e imaginando aquellos lugares que le iba mostrando este amigo " el libro".

Cada persona le puede recordar la vida de una manera diferente. En mi caso, este mes de octubre es distinto, ya que se entremezclan. En la primera mitad, a veces son tristes, dolorosas, ya que me recuerdan los años que perdí a mi padre, Luis, ( el 16, hará ya 11 años) y posterior enfermedad de mi cuñado.

Otras veces aparecen las de consuelo, esperanza, cariño, ayuda a los demás, de amor; es el momento de finales del mes en las que durante la celebración del Rastrillo benéfico, que se celebra en mi ciudad, Zaragoza, dónde soy voluntaria desde hace años, vendiendo libros, que están llenos de palabras. Algunas históricas, otras inventadas.

La ciudad de Zaragoza, es solidaria, ya que a pesar de los momentos duros que estamos pasando, se acercan todos los años muy buena gente, que con la idea de poder ayudar a los demás, para que tengan una vida mejor en los años que les quedan de vida, en el caso de los Mayores, ya que me toca de cerca, por mi trabajo de Recepcionista en una Residencia.

Otras son de rabia, de impotencia porque no podemos soportar la situación dura que la vida nos hace tener. A veces son palabras silenciosas que transforman en una sonrisa, una caricia, un abrazo e incluso un beso, que hacen el mismo efecto o incluso más que la palabra, según sea el momento dado.

Me gusta mucho el vocablo “ palabra” y la canción que le acompaña es “Words” de F.R. David; porque a parte de que es mi canción preferida, lo que dice es muy bonito y sobre todo, si te lo dice la persona indicada. No hace mucho me dijeron unos buenos amigos que esta canción les recordaba a mi.

Es bonito que gracias a las palabras de cariño, amistad, amor, que decimos a los demás en los momentos más necesarios, y sobre todo, si somos personas que trabajamos de cara al público, nos hace sentirnos bien con los demás y con nosotros mismos.