NUESTRO BARRIO
Forma parte de nuestra vida desde el momento en que llegas a él, a vivir con nuestras familias, aunque esté en el entorno de nuestras casas, la relación que se tiene con él durará
toda una vida. Los vecinos ya sean de la comunidad o de los alrededores, las pequeñas tiendas de toda la vida en las que compras siempre, el pequeño comercio, ya hay una simpatía y cariño desde hace años. Ya te conocen por
tu nombre y te orientan a la hora de comprar lo que te puede ir en cada momento.
Ese barrio con tiendas de todo tipo, bancos o cajas,farmacia,papelerias, bares que has ido mucho a tomar algo con amigos o familiares, en èpocas de estudios o exámenes
de la carrera, para desconectar un rato antes de seguir estudiando toda la noche para sacarlo, son momentos que no se olvidan. Un lugar que vas viendo como evoluciona al cabo de los años y de los acontecimientos económicos, como van cerrando
algunas tiendas y aparecen otras nuevas con la incertidumbre de cómo irá ....esperando que llegue clientela nueva y se pueda sacar adelante ese negocio que pones con mucha ilusión y sacrificio.
Un barrio céntrico bien comunicado
con líneas de autobuses e incluso el tranvía desde hace poco tiempo que en un momento de necesidad que puedas cogerlo e ir a un lugar más alejado de la ciudad que tienes que ir para algo puntual. Al igual que con los Centros Hospitalarios
cercanos, la Universidad a un paso, una pequeña ciudad en medio esa urbe que va creciendo día a día. El hecho de poder ir al Centro incluso andando es una ventaja excepcional para todos.
El poder conocer a las personas de tu barrio,
vecinos de toda la vida de tu comunidad o cercanos que si hace mucho que no ves te paras a hablar un rato y ponerte al día de lo que ha pasado, esa relación humana que no se pierda, ya que a veces con la vida tan ajetreada que solemos llevar
a veces nos impide poder relacionarnos con los demás. Hay que cuidar a nuestro barrio para que evolucione como lo hagamos nosotros igualmente.
LA AZOTEA DEL COLEGIO
Es curioso cuándo eres pequeña y vas al Colegio, un edificio antiguo pero grande y en lugar céntrico como estaba mi antiguo cole de Zaragoza, en el coso 80, a las alumnas que en aquella època
estábamos nos parecía que formaba parte de nuestras vidas. Cómo podíamos caber tantas alumnas, es verdad que no coincidíamos todas a la vez en el patio, o incluso en la azotea del mismo, dónde a veces hacíamos
gimnasia si hacía bueno, o era el lugar de tomar el sol o de algun que otro castigo de la clase.
En la hora del recreo me acuerdo que no podíamos salir a la calle, como he dicho se hallaba en un lugar muy céntrico de la ciudad, y
con peligro para las chicas que a veces ibas corriendo con prisas por salir a la calle, y esa calle era y lo sigue siendo muy concurrida de tráfico. Los ratos de ocio entre clase y clase las compañeras a veces nos subíamos allí
para poder contemplar las vistas de la ciudad y hablar de nuestras cosas.
Yo en ese Colegio estuve curso y medio, ya que vine de Calatayud del mismo colegio, el de Santa Ana, y durante el curso de primero de BUP que haciamso por aquella época
nos dieron las vacaciones de Navidad antes y volvimos más tarde de ellas ya que había un motivo especial para ello, nos cambiábamos al Colegio que se estaba construyendo por el Paseo del Canal de Zaragoza. La verdad que un gran cambio
para todas, al estar más lejos teníamos que coger autobus escolar y el madrugón era algo mayor ya que teníamos que hacer rutas y excursiones para que subieran las alumnas.
Pero yo en el colegio del coso los recuerdos son buenos,
ya que luego volvimos hacer allí COU, aunque nosotros lo llamábamos INTERCOU, el año que empezamos a ir con chicos. La unión de los colegios de Santa Ana, Escolapios y Escolapias y recordar el poco tiempo que pasé alli, pero
que salen a flote de vez en cuando. Ahora se hacen allí las reuiniones de las Asambleas Anuales de la Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio de la que formo parte desde el principio, lo que ocurre que a veces por motivo de trabajo no puedo
ir, pero cuándo voy me gusta ver a las compañeras y profesoras que nos juntamos un rato.
Es curioso que cuándo voy a trabajar siempre paso por alli, y ese recuerdo permanece siempre. Me acuerdo que al hacer el cambio de colegio las
Hermanas nos dijeron que si podíamos ir al otro para ayudar con el mobiliario, mesas, sillas y demás y nos pusieron un autobus escolar para ir allí; así pudimos conocer antes el nuevo colegio, ir descubriendo aquellos rincones que
todavía se estaban construyendo y ver como iba poco a poco terminándose, para incluso participar en la Inaguración Oficial que incluso la concelebró el Obispo del momento, Don Elías Yañez. Era domingo y cántamos
en el coro y encima vestidas con el uniforme, pero cuando acabó la Misa todas íbamos a los baños a cambiarnos de ropa, ya que nos acompañaron nuestros familiares. Era un día importante.
Los recuerdos del colegio siempre
permanecen en nuestros corazones, todos los profesores que tuvimos nos enseñaron además de materias diferentes a ser buenas personas y eso no se olvida. El pertenecer al Colegio de Santa Ana desde hace tantos años permanece durante toda
la vida.
EL CARTERO
Hasta hace unos años el cartero era una persona imprescindible en la vida de las personas, era alguién cercano aunque fuera en una ciudad o un pueblo; al llevar casi siempre la misma comunidad de vecinos
casi era familiar. La llegada de esa carta esperada de la pareja de novios que se hallaban lejos y con esa misiva se sentían mucho más cercanos aún en la distancia; o de las amigas del alma que a cambiarse de ciudad con esas cartas se
contaban sus vidas y las novedades que habían tenido en ese tiempo.
Las felicitaciones navideñas de las familias que cada año te deseaban lo mejor para el que iba a llegar, a veces no eran tan buenas al principio cuándo eran
las notas del colegio, pero los nervios jugaban a alguna mala pasada, y luego al ver los resultados que eran buenos todo cambiaba; luego ya iban llegando otro tipo de cartas no tan deseables pero necesarias: las de banco, u organismos públicos o algunas
inesperadas y sorpresivas cuándo te dicen que gracias a unos boletos que mandaste hace mucho en un centro comercial te ha tocado un viaje a Cartagena de Indias para dos personas. Piensan que es una broma pero luego cuándo se comprueba que es
cierto y haces ese viaje tan especial piensas que a veces tienes suerte en algo tan complicado como los sorteos.
Ahora con las Redes Sociales han cambiado los hábitos de correo entre las personas, ya que con los whassapts son muy rápidos
los mensajes y las noticias, a igual que el e-mail en un momento llega ese correo que de forma oridnaria tardaría varios días en otra època, y eso hacía que se vayan perdiendo el hábito de escribir esas misivas tan especiales
como antaño se hacía. Ahora las cartas son de publicidad, bancos y demás, exceptuando alguna felicitación puntuales pero poco más.
Se ha perdido la magia de la espera de esa carta que queríamos recibir de esa
persona especial, que incluso estábamos pendientes de la llegada del cartero a echarla al buzón e intentar cogerla antes de que estuviera en su lugar, o incluso preguntarle al mismo cartero si ya había llegado o no, y por la cara que ponía
él ya sabías la respuesta. Bueno a veces es bueno recordar esos momentos que han formado parte de nuestra vida y que están ahí un poco olvidadas pero a veces sale a flote en nuestra memoria o en nuestro buzón sin esperarlo.
Un agradecimiento a nuestros carteros por ese papel tan destacado en su trabajo.
LA CAMA
" Aquí me dejas abandonada y aún caliente, a medio hacer. Solo me quieres para tus noches...después el desprecio " dijo la cama. La verdad que estaba acostumbrada a madrugar y más cuándo
tenia que trabajar, ponía el despertado un poco antes para así a la hora prevista y después de escuchar las noticias en la radio y alguna canción se levantaba. Tenía una hora por delante para desayunar, arreglarse y hacer
la cama y marcharse al trabajo. Y esa hora pásaba rápido.
Eso si nunca se iba si dejar la habitación recogida y la cama hecha, ya que mientras se arreglaba la dejaba ventilándose. Tenía una habitación pequeña
pero coqueta, era su lugar más especial de la casa, y estaba agusto en ella. Con su libro en la mesilla de noche que estaba vez le costaba leer, no tenía tanto tiempo pero que esperaba terminarlo pronto, su despertador con la música de
su emisora en lugar del sonido más frio del despertador.
Si tenía fiesta no hacía caso al despertador, se daba la media vuelta y a dormir un rato más, pero eso si si estaba despierta a veces se hacía un rato la remolona,
y así pensaba todo aquello que tenía que hacer por delante en ese día, cómo lo iba aprovechar, sin prisas pero hacía mucho tiempo que no aguantaba mucho en la cama, con lo bien que venía levantarse un poco más
tarde, pero si había descansado sus horas por la noche, si dormía algo más luego se levantaba peor.
Como le había pasado cuándo antes se acostaba para la siesta, se despertaba a cada momento y mucho más cansada,
por eso su lugar preferido era el sofá del salon, alli en invierno tapada con la manta se echaba la siesta un rato, con la tele apagada, pero luego ya seguía a la faena que tenía pendiente, salir hacer algún recado, o si no era
el caso, en su casa era feliz. O se ponía un rato con el ordenador, y luego otro a leer el libro que tenía entre manos.
No tenía a nadie en su vida, y dormía sola pero a veces le gustaría que eso no fuera así,
pero por ahora la vida le hacía que la única compañía era su madre, que tenía que estar pendiente de ella, y en otras ocasiones su perrito que aunque era de su sobrina cuándo pasaba algunos días en su casa estaba
acostumbrado a dormir con ella a sus pies. En el invierno notaba ese calorcito, no se movía en toda la noche, en el verano no aguantaba mucho y se bajaba al suelo, mucho más fresco o se iba al salón.
La cama la verdad que es un gran
invento y a veces la gente la utiliza para más cosas, pero es verdad que cuándo eras más pequeño y si estabas malito tenías que hacer reposo y a veces se hacía largo y querías salir pronto de ella y solo estar
en los momentos de la noche para el descanso del día que se ha pasado.
SIN QUERER......
Se miraron sin querer.Sin querer se hablaron. Sin querer el primer beso y sin querer pasaron una vida juntos por pura casualidad. El destino hizo sin querer una de las suyas, se conocieron de la manera más inesperada
por ambas partes.....el mundo de las redes sociales y un mundo que les unía desde siempre, ya que sin saberlo se seguían a distancia desde hacía mucho tiempo. Poco a poco se dieron cuenta sin querer la existencia del uno con el otro.
La música sin querer fue el nexo de unión, e incluso había canciones que les gustaban a los dos, como aquellos comentarios a temas variados que ella sin querer ponía pensando que no llamarían la atención pero sin
querer fue todo lo contrario......a alguién le gustaba esa manera de contar su modo de pensar. Se iban dando cuenta que sin querer tenían mucho en común.....pero había algo que les impedía estar juntos.....tenían miedo
a dar ese paso y saber lo que suponía ser rechazado por alguién que era importante para la otra parte.
Pero si quieres conseguir algo tienes que luchar y no rendirte no vaya a ser que sin querer cambien las tornas y ese destino que a veces
es caprichoso y complicado a veces, haga que las pequeñas diferencias se disipen sin querer y consiga lo que parecía imposible. Sin querer comprendieron que si querías estar con esa persona que es especial tienes que procurar quitar las
posibles barreras que impiden el estar juntos.
Sin querer pensaron en quedar un rato y ver que salía de aquella cita primera.....con los niervios a flor de piel en un primer momento a la hora de ese encuentro tan deseado pero que sin querer se
iba dejando para otro momento; fueron los látidos de sus corazones quiernes dieron el impulso a ellos y así en ese primer momento de su encuentro sin querer sonrieron a la vez y pensaron que sin querer habían perdido un tiempo tontamente
por intentar dsimular lo que ambos sentían el uno por el otro.
Pero sin querer dejaron la timidez a un lado y vieron que era así, tenían mucbas cosas en común como la manera de pensar, vamos que eran muy parecidos, que sin
querer era el momento de ser felices juntos para siempre, que seguro que el destino pensaba que era así, sin querer se relacionaron y ya no dejaron de estar solos si no en una compañía muy especial, ellos juntos para siempre.
EL OLOR A TIERRA MOJADA
A casi todo el mundo le gusta el olor a tierra mojada, la sensación de estar en el campo o montaña recorriéndolo o paseando y disfrutar de ese aire puro es una experiencia muy buena y hay que intentar
que se haga a menudo, aunque a veces no se pueda. A todos aquellos que amananos la naturaleza, que nos gusta ver esos paisajes tan maravillosos que podemos observar cada vez que vamos avanzando por ese bosque, o montaña sea elevada o no, es un modo
de intentar hacernos un poco más cuidadosos con ese mundo natural tan beneficioso para todos.
Paseando por esos lugares, con árboles que dan sombra y hace que ese día caluroso que está sea algo más fresco y puedas llevar
a cabo mejor esa caminata, al igual que al mimso tiempo respiras ese olor a las diferentes plantas que tiene, tomillo, romero, etc.....te da la sensación que te hayas fuera de la ciudad, dónde apenas se puede respirar bien, a excepto si estas
en algún parque, que el ese olor a verde hace casi la misma sensación. El ruido y las prisas que todos tenemos en la ciudad ya vayas caminando o en cualquier otro medio de transporte, parece que nos faltan horas en el día para hacer todo
aquello que tenemos pendiente.
Sin embargo, en el monte o en cualquier naturaleza parece que el tiempo se para, se acomoda un poco al ritmo de cada uno que va subiendo por ese lugar tan especial. Te fijas que el cielo está azul, libre de cualquier
nube y piensas he elegido bien el día para pasear y que ese aire puro me llene los pulmones y me de fuerzas para la vida diaría que todos llevamos. Ese momento de paz, con el ruido de los pájaros que llevan su camino e incluso a la par
que el tuyo.
Después de una larga subida y paseo hace falta descansar en el camino y poder contemplar esa visión que nuestros ojos nos muestra, la satisfacción de estar en paz es especial para todos. Aunque también es verdad
que a veces el tiempo es incierto y en poco momentos aparecen algunas nubes un poco más oscuras y nos indican que va a llover, si es poco se puede aguantar, y luego el poder oler esa tierra mojada es una bonita sensación, que aunque con cuidado
para poder seguir el camino de subida o bajada, no vayamos a poder resbalar. De vez en cuando es conveniente recorrer la naturaleza, cada uno según sus fuerzas es una bonita terapia de relax para nuestras vidas tan ajetreadas en las grandes ciudades.
UNA POSIBILIDAD......
Dejó entreabierta la puerta para que entrara la posibilidad.......el viento....él.....si quería, se conocían por que trabajaban juntos, aunque en distintas oficinas pero en el mismo piso.
Llegaban a su jornada laboral casi a la vez, pero sin embargo, nunca habían coincidido en el ascensor al subir o bajar, pero sabían cada uno la existencia del otro.....un sexto sentido o intinución.....quizás sea eso.
Además
hacían trabajos diferentes pero sus horarios eran similares, solamente coincidían en los ratos de descanso que a veces salían a tomar algo cerca del trabajo u otras veces lo hacían allí, nunca se ponían cerca uno del
otro, pero aún así, esa distancia entre ellos les unía mucho más, sus corazones latían al compás y ellos lo sabían, pero claro no querían que los demás supieran que entre ellos había algo
especial y todavía secreto o eso pensaban ellos.
Una de las veces que él se tenía que acercar cerca del despacho de ella a preguntar a otro compañero alguna duda, se fijó que la puerta estaba entreabierta y no se veía
a nadie en la mesa....él pensó dónde estaba si no hace mucho si que la había visto allí.....dudó si llamar a esa puerta que le indicaba que entrase, pero su timidez le impedía dar ese paso al frente y traspasar
el umbral y estar junto a ella un momento, buscando alguna excusa para hablar con ella.
Se armó de valor y llamó a la puerta, alguién le dijo pase, y eso hizo él.....algo inquieto por la situación del momento....al entrar
a ese despacho que nunca había estado antes, le pareció que era especial, pequeño pero bien ordenado y que toda persona que entraba allí se encontraba a gusto, ella sorpendida porque no sabía que era él quién
por fin se atreviera a verla alli, le recibió con una sonrisa y le indicó que se sentará. En un solo momento él captó todo aquello que le decía su corazón.....invítala a tomar algo al salir del trabajo,
ella lo está deseando como tú.....seguro que el destino os ha puesto en el mismo camino desde hace mucho, y sin embargo, habeis tardado en daros cuenta......no lo dejeis mucho más por si luego es tarde y no hay vuelta atrás.
Así fué como él después de hacer la pregunta que tenía duda le pidió que tomara algo con ella y así poder hablar tranquilamente y conocerse mejor.......ella asintió y le dijo que encantada, pero decidieron
elegir un lugar algo alejado del trabajo y salir por separado para que no se notará mucho que iban a tener esa primera cita tan deseada por los dos. Luego se varía si esa pequeña intuición de ambos sería acertada...el tiempo
lo diría ademas de sus corazones.
UN DESAYUNO ESPECIAL
Que arte tienessss! dijo la tostada que de espaldas se dejó untar por el cuchillo un masaje de mermelada, la verdad que ese era un desayuno especial para ella; normalmente siempre desayunaba café con
leche y unas galletas, en la cocina y de pié; parece que siempre tenía prisa por realizar la primera comida del día, y según decian la más importante. Claro que creía que tenía una escusa destacada, el ir a
trabajar o la costumbre y no perdia mucho tiempo. Ya que luego parecía que iba contrarreloj y los minutos pasaban demasiado deprisa, y no quería llegar tarde ni al trabajo o al lugar que tuviera previsto acudir.
Sin embargo ese día
como digo fue diferente, estaba de vacaciones con esa persona tan especial para ella, unos días de relax en una zona de montaña que a ella le gustaba tanto desde siempre. Se conocían desde no hace mucho, pero cuándo se encontraron
por primera vez sabían que estarían juntos mucho tiempo. Aprovechaban el poco tiempo que podían estar juntos para conocer y recorrer lugares que ambos le gustaban y así poder saber si esa relación iba a llegar algo más
que una simple amistad.
Se habían alojado en una Casa Rural con encanto, solamente tenía derecho a media pensión, entonces ese desayuno era como el de unos auténticos reyes: café con leche, zumo natural, tostadas con
mermelada, algo de fruta y fiambre. Podías penar que era mucho pero claro luego les tocaba hacer una excursión por la montaña para conocer esos rincones que tenía el Piríneo Aragonés tan espectaculares para ella y
estaba segura que a él le iban a encantar.
Eran muy amigos de dar largos paseos pero no era igual hacerlos por la ciudad en una zona llana, que hacerlo en una montaña con subidas empinadas pero con el camino muy bien señalizado y
arreglado, ya que era un lugar de campamentos veraniegos desde hace muchos años y cada vez ese Valle estaba más concurrido por todos los amantes de la naturaleza. La verdad que a pesar del esfuerzo que se tenía que hacer todo valía
la pena, las vistas tan maravillosas que observabas a tu alrededor y sobre todo, el estar con esa persona tan especial.
Habían madrugado un poco para desayunar tranquilos sin prisas, ya que luego el ejercicio sería importante si querían
hacer esa excursión tan bonita, subir desde Plan al Campamento de Virgen Blanca y continuar hasta el Refugio de Viadós que había en lo alto. Alguién les había dicho que era digno de ver, y como ya era primavera avanzada,
no hacía mucho calor y amanecía más pronto y con el consiguiente día más largo, decidieron que ese día lo recorrerían. Empezaron despacio la subida, para no cansarse mucho e igualar un poco las fuerzas, ya que
eran casi 15 kilómetros o más, no tenían nada que hacer, solo relajarse esos días y recorrer esa zona tan especial. Claro que la imortalizarían con fotos de ese lugar para tenerlas en el recuerdo de un día especial.
LA CARACOLA DE MAR
Era un atardecer de principios de la primavera, hacía sol que algo calentaba, pero aún conservaba algo del duro invierno que acababa de terminar. La pareja había decidido pasear por esa playa tan
cercana que tenían a casa, aprovecharon ese momento del ocaso del día para relajarse de la ajetreada jornada laboral que ambos habían tenido. No había mucha gente por aquella zona y eso les alegró a ambos. Hacía mucho
que se conocían y desde el primer momento que estuvieron juntos, sabían que el destino les había preparado para no separarse.
Al poco tiempo de salir juntos decidieron dar el paso de vivir juntos, en un pequeño apartamento
cercano al Paseo Marítimo de esa localidad mediterránea que no eran muy grande, pero que al ser marinera y pequeña había mucha vida, el trasiego de pequeñas embarcaciones que llegaban al pequeño puerto para vender
aquella numerosa variedad de pescados que luego los lugareños y turistas comprarían y cocinarían a su gusto. Iban abrigados con ropa cómoda, de la mano, a veces se paraban y se daban aquellos besos apasionados que les gustaban darse.
No había nadie que les pudiera ver, otras veces caminaban en silencio escuchando las olas del mar que llegaban a esa playa desierta, pero bien cuidada, querían dar un paso más en su relación, ya que se llevaban bien con gustos
parecidos y sus familiares y amigos pensaban que hacían " buena pareja". Seguián paseando cerca de la orilla del mar, se fijaron en que había una caracola de mar, un poco grande de lo normal, lo cogieron de la arena y se pusieron a escuchar
ese ruido lejano de un mar que siempre les impresionaba.
Ahora estaba la mar en calma, pero muchas veces no podían dar los largos paseos por allí, ya que había tormentas fuertes y el oleaje impedía acercarse demasiado, pero
ese día afortunadamente no ocurría así. Pensando él como iba en sorprenderla cogió la caracola y en un descuido de ella puso una cajita pequeña envuelta y se la dió a ella. Al principio pensó que se la
daba para que escuchará ese sonido del mar lejano, él no decía nada sólo estaba expectante a su expresión.
Al momento se dió cuenta que había algo más en la caracola, y algo nerviosa por la situación
inesperada, aunque en el fondo de su corazón sabía que ese paseo iba a ser muy especial para los dos, fue abriendo el paquetito despacio porque sus palpitaciones le impedía ir más rápida. Sacó un anillo pequeño
pero muy bonito, y sonrió, era el que a ella siempre le había gustado, lo habián visto en un escaparate de una joyería de su ciudad, y él que siempre se daba cuenta de los gustos de ella se lo quiso regalar y pedirla que
se casasen, ella no pudo hacer otra cosa que decirle que si, era lo que ambos deseaban.
Pensaron en que los familiares y amigos se alegrarían con la noticia, y comenzaron a pensar en la fecha más apropiada para todos y el lugar elegido,
bueno que sus vidas iban a cambiar para siempre; el destino les iba a unir definitivamente. Sellaron ese momento con un gran beso apasionado y cogidos de las manos siguieron paseando con una sonrisa cómplice en los dos. Ese mar que tanto les apasionaba
había sido testigo de esa declaración de amor.
EL DESPERTADOR MUSICAL
Al sonar la mujer, el despertador despertó sobresaltado...comenzaba un nuevo día, siempre tenía la costumbre de no quitar la alarma y por lo tanto sonaba a una hora más temprana, ya tuviera
que trabajar o no. Se despertó ella un poco alterada, tenía la música del despertador mucho más alta de lo normal, alguién se lo había subido, ya que a ella no le gustaba tenerlo muy alto por no despertar sobresaltada
ni molestar a los vecinos.
Ese día no tenía que madrugar ya que tenía fiesta, pero por lo visto había descansado bien esa noche, y se hizo un poco la remolona en la cama, escuchando la radio y pensando los planes de ese día
que tenía por delante. Parecía que iba hacer un día primaveral con sol y algo de calor, pero desde la ventana de su habitación y en la cama, escuchaba algo de aire.
Pensó ....." ha se han equivocado en la tele del tiempo
que iba hacer ese día", a ella le apetecía salir a dar un paseo por su ciudad y si ese día se ponía fresco no le parecía bien salir tan temprano de casa. Haría la casa antes, con las compras que tenía pendiente
y mientras tanto esperaría que mejorara algo el día para salir. Cuándo pensó que era ya hora de levantarse saltó de la cama y fue a prepararse el desayuno y después de arreglarse y ponerse ropa cómoda hizo la
limpieza de su casa, un apartamente pequeño pero coqueto, puesto a su gusto. En una zona céntrica de su ciudad.
Bueno cuándo ya tenía todo solucionado se alegró por lo visto el día había mejorado, ya brillaba
el sol con ganas y el aire poco a poco iba desapareciendo. Así que se cambió de ropa y se marchó a la calle. Iba sin rumbo fijo, no tenía prisa y a ella le encantaba esos momentos especiales para relarjarse un poco de la vida ajetreada
que llevaba. Por las calles que pasaba siempre había gente a todas horas, algunos con prisas otros personas mayores con mucho más tiempo iban charlando a su paso, pero aunque no se fijaba bien le gustaba esa sensación de libertad.
Llegaba a un café que iba a menudo a tomar a desayunar cuándo le tocaba trabajar, se lo tomaba de forma rápida porque no tenía mucho tiempo, pero esta vez fue diferente, entró y saludó al dueño y se alegraron
de verse, había una buena amistad entre ellos así que al pedir lo de siempre se pusieron a charlar un poco de sus vidas, a esa hora no había mucha gente y se podía hacer . Ponerse un poco al día de la vida de ambos. Al cabo
de un rato se marchó a continuar su paseo, y mientras iba caminando pensó lo que iba hacer.
Le gustaba ir de exposiciones que ponían en su ciudad, pero hacía mucho tiempo que no iba a ninguna, y pensó que era la oportunidad
de ver una muy buena de pintura, que le habían recomendado una persona apreciada por ella, le dijo hasta cuándo iba a estar y se fijó que no le quedaba muchos días para verla y aprovechó ese momento para poder entrar y tranquilamente
contemplarla. Al ser un día entre semana no había mucho público y eso lo agradeció porque no le gustaban mucho las aglomeraciones.
Se sintió bien y sonrió por el momento que estaba viviendo, no debía dejar
de hacer aquello que le gustaba, pero a veces las circunstancias de la vida lo impedía, pero bueno al final se dijo ojála pueda volver a la rutina de lo que me gusta ver y hacer, ir más tranquila en la vida, ya que las prisas no son buenas,
pero a veces no queda otra, y las horas del día son cortas para tantas cosas o actividades que tenemos que realizar, ya que no podemos abarcar todo lo que nos gustaría.
EL BOSQUE FRONDOSO
Estaba en un lugar de montaña que siempre le había encantado, ya que lo conocía bien de las veces que había estado allí pasando unos días. Era primavera, un día soleado
y algo caluroso para el tiempo en el que estábamos. Al estar sola un rato se levantó a buena hora, desayunó y se arregló, se puso ropa cómoda preparada para dar un largo paseo hasta la hora de la comida. Siempre le gusta
caminar, ya que la relajaba, como llevaba el teléfono móvil y sus cascos podía escuchar música que le evadía un poco sus pensamientos.
No sabía por dónde iba a ir, quizás cambiaría el recorrido,
llevaba una pequeña mochila con agua y algo de comida por si tenía algo de hambre durante la caminata. La vista de esa montaña siempre le gustaba, ese silencio del pueblo, sin apenas tráfico, pero se escuchaba el ruido de ese río
que pasaba por esa pequeña localidad, aunque era pequeño aún llevaba agua, también ya había pasado el deshielo de las altas montañas y eso hacía que hubiera más agua de lo normal.
Bueno pensó
que iba a subir un camino que se hallaba detrás de las piscinas y que acababa en el otro valle cercano, un camino algo empinado que iba haciéndose un poco más duro según subías, la verdad que el paisaje que se iba viendo
mientras te metías en la montaña era precioso, si mirabas en frente, justo lo que ibas dejando atrás podías ver los tres pueblos del valle. Formando un triángulo esa bonita estampa te impresionaba, aunque lejos se veía
esas casas y edificios que formaban los pueblos.
Pensó que era mejor seguir con el paseo ya iban apareciendo árboles ya más altos que daban algo de sombra y casi se agradecía ya que el esfuerzo era importante, y como he dicho
hacía calor, se quitó la sudadera del chandal y se quedó en manga corta, con crema protectora ya que los rayos de sol calentaban con ganas. Ese bosque que iba surgiendo a lo largo del camino era sobrecogedor, aunque iba sola no tenía
miedo, también es verdad que no se iba alejar mucho del lugar dónde estaba alojada, pero como le encantaba tanto la montaña sus piernas le indicaban que quería continuar mucho más ese paseo.
Así lo iba haciendo,
y cada vez que se iba adentrando le gustaba más ese paisaje que se iba mostrando poco a poco a sus ojos, que momento de relax era para ella ese lugar, un valle conocido pero aun conservaba esa forma salvaje y bien cuidado que por eso le atraía
tanto, allí no se cansaba de estar, a diferencia de la zona de playa que no aguantaba tanto cuándo iba alli. Cuándo ya llevaba un buen rato caminando se sentó en una roca que encontró y descansó, pudó contemplar
con más detenimiento las vistas de ese paisaje, pensó la próxima vez que vaya intentaré ir con amigas para mostrarles esta montaña tan especial que era para ella, así acompañada el paseo podía llegar
más largo y contemplar más cercano esas vistas tan espectaculares que tenía.
Después de pensar que era ya había caminado bastante, decidió ir bajando, no quiería llegar tarde a casa, ya que tenía
que comprar la comida de ese día, antes incluso tomaría algo con sus amigos que tenía en ese pueblo y contarles su excursión. La bajada fue rápida pero con cuidado no fuera que pudiera resbalar y caerse, ya que como iba sola
y no pasaba nadie por allí, pero a sus amigos le había dicho por dónde iba a estar por si se retrasaba más de lo normal.
EL DRAGO MILENARIO Y GARACHICO
Situado en un lugar privilegiado, la cuidad Icoz de los Vinos, en la Isla de Tenerife, un lugar que no debes dejar de visitar cuándo vayas a esta maravillosa tierra canaria. Seguro que te sorprenderá y te encantará
sus gentes y bellos paisajes que te hará volver más de una vez. La vez que lo visité con las amigas me acuerdo que habíamos elegido 3 amigas y yo pasar unos días de vacaciones en agosto en esa Isla, y más concretamente
en el Puerto de la Cruz era nuestro lugar de alojamiento y desde allí cada día decidiamos lo que ibamos a visitar.
De las cuatros amigas fuimos tres a esa excursión, el medio de transporte que elegimos fue la guagua como dicen allí,
el autobus de toda la vida. Al estar cerca el hotel de la estación de autobuses llegamos pronto, aunque nuestro destino era Garachico como fuimos también depués, por lo visto llegamos tarde para ir a ese lugar, pero preguntamos alli y
nos dijo un señor que había que esperar un rato, pero él nos aconsejó que fuéramos a Icoz de los Vinos y luego empalmar con otro autobus para conocer ese sitio con piscinas naturales de lava del volcán del Teide, que
también visitamos.
Bueno la verdad que nos pareció buena idea y decidimos hacer caso a ese hormbre, que resultó ser el conductor que nos llevó a ese sitio, dónde estaba el Olmo Milenario. Bueno durante el recorrido vimos
ese bonito paisaje isleño con sus curvas cerradas, pero que era bonito y obligado de vistar. Al llegar a la estación nos fuimos directa al Olmo Milenario y claro nos hicimos todas las fotos de rigor para inmortalizarla. Después volvimos
a la estación para seguir la excursión de ese día.
El mismo conductor nos dijo que si ya ibámos a volver al Puerto de la Cruz, por lo visto nos habíamos puesto en ese andén, y le dijimos que no claro, queremos
ir a Garachico, y nos dijo bueno tendréis que esperar una media hora que sale el autobus que va a ese lugar. Me acuerdo que nos fuimos al bar a tomar un café para hacer tiempo, y aprovechamos para comprar el periódico y así enterarnos
de lo que había pasado por el mundo que andábamos algo desconectadas de las noticias.
Luego cuándo llegó la hora volvimos al autobus nos fuimos a Garachico, un lugar muy especial, era domingo y la verdad que estaba muy lleno
de gente, pero lo pasamos muy bien, las piscinas naturales de lava del volcán eran espectáculares y el baño saludable. Comimos la comida especial de Canarias y cuándo nos pareció volvimos a coger el autobus y con destino
a Puerto de la Cruz llegamos al hotel y allí nos esperaba la amiga que no nos acompañó esa vez y se quedó en los Lagos de Martianez.
Fueron unos días muy especiales, divertidos esas vacaciones que hicimos mis amigas
y yo a Tenerife, bien planeadas, cada día visitábamos varios lugares y por la noche después de cenar escuchábamos los conciertos que había en la terraza del hotel o nos dábamos paseos por esa ciudad para conocerla
mejor, la gente era muy amable y eso se agradece.
EL JUEGO DEL PARCHIS
A las 9 la ficha amarilla cogio a la azul, sonrió y puso el cartel de no molestar en el parchis, otras veces jugaban las demás fichas, las rojas y verdes, pero esta vez decidieron que el juego eran entre ellas
dos. Había un pique entre ambas y no sabían porque, quizás por la proximidad o por que las otras a veces las achuchaban. Cuándo comenzaban las partidas la fichas amarillas siempre le costaba salir de su lugar y empezar la partida
y eso hacía que fueran retardadas con respecto a la ficha azul.
Al cabo de un tiempo consiguió que saliera el cinco y se alegró pero pensó como no adelante mucho con los dados siempre me quedo la última y por una vez
quiero ganar a esa ficha azul, que siempre me está chichando, pero que esta vez la ganaré. Las fichas rojas y verdes estaban al acecho de lo que sucedía entre la azul y la amarilla, siempre estaban como el perro y el gato, pero en el fondo
le gustaba a ellas el "jueguecito entre las dos", poco a poco la ficha amarilla parecía que había cogido fuerza e iba detrás de esas fichas azules para intentar alcanzarlas.....cuánto corrían, a dónde irán con
tanta prisa, pero al poco rato la suerte le favoreció a la amarilla, con el tesón que puso en el juego le iba dando satisfacciones y pudo alcanzar a esa esquiva ficha azul.
Por fin las alcanzaba y se las comía de una en una, pero
pensó voy a ir más despacio para apar la última, intentaré que piense que me rindo y por consiguiente acabe ganando otra vez la partida......ya había perdido la cuenta de cuantas le había ganado. La ficha azul se iba
quedando retrasada, esos dados que siempre salían con cifras altas, esta vez eran más bajas, miró de reojo y vió que la amarilla ya estaba a un paso de alcanzarla, casi se puso roja de la impresión pero ella siempre le ganaba
a la amarilla, esta vez estaba la partida en su contra, que hizo, nada dejarse ganar, que en el fondo lo deseaba y así las dos fichas azul y amarilla estuvieron juntas y casi de tan unidas se formó la verde, y la roja aplaudía con ganas
de la intención de la ficha amarilla.....que con su acción sorprendió a las demás .....vaya vaya que buena jugada ha hecho esta ficha amarilla, lo que en el fondo quería desde siempre estar junta con la azul y al final lo
consiguió, que nadie las molestará por un rato.....sonriendo esta ficha amarilla a la azul....pensé que esta vez me volvías a ganar otra vez, pero las tornas cambiaron y eso me ha gustado pillarte por una vez.
LA TOUR EIFFEIL
Uno de los emblemas de la ciudad de París, es un monumento que no hay que dejar de visitar cuándo se va a esa ciudad tan especial vayas en la época que sea. Tiene un encanto que atrapa y cuándo
la estás recorriendo no puedes creerte la suerte que tienes de poderla visitar. Un recuerdo que siempre perdura en tu corazón por mucho que haya pasado el tiempo de haber estado allí.
Yo estuve en unas vacaciones de verano con amigas,
hace ya muchos años, aunque el viaje lo hicimos en autobus, a mi el de ida, era por la noche se me hizo algo pesado, pero valió la pena el buen ambiente que reinaba entre todos aquellos que coincidimos en ese momento, algunos esas amistades duran
muchos años, otras menos, pero el compañerismo que hubo fue destacado además de poder disfrutar con todo lo que conocimos, nos explicaron. Quizás era una ciudad, París, que apetecía visitar y pensabas que era complicado
que al final en algún momento de tu vida podías conocerla, como al final fue así.
Cuándo visitamos la Tour Effeil como eramos tantos tuvimos que subir en varias fases, era sorprendente ver cada uno de los pisos, con restaurantes
o tiendas de recuerdo o una precisoa vista de la ciudad, la vimos de día pero no querías dejar de contemplarla; claro que en una semana te queda de ver los numerosos monumentos que tiene y seguro que en un futuro no muy lejano tienes que volver
para acabar de verla.
Una noche antes de visitarla por el día, subirmos al edificio de Montparnasse, era en la zona dónde nos alojábamos se veía iluminada, una belleza de vista para todos los sentidos y el hecho de pensar todos
los que la contemplábamos en aquél momento......" Que bonita". No podías de dejar de patearla, ya se sabe que cuándo vas con viaje organizado y en pocos días vas un poco a matacaballo, pero todo aquello que vimos valío
la pena. La penúltima tarde nos dejaron unas cuantas horas libres, y fue el momento de recorrer la ciudad y patearla, contemplarla un poco más despacio y el resultado fue maravilloso, una caminata que apetecía hacerla, también era
la ocasión de coger algún recuerdo de ella, me acuerdo que cogí un pequeño cuadrito de la Catedral de Nôtre-Dame que también visitamos. Y como la tengo enmarcada en el pasillo de casa, cada vez que la veo me acuerdo
de ese precioso viaje.
EL CONVENTO DE SAN BENITO
El antiguo estaba situado en Calatayud entre las calles Doctor Fleming y el Paseo de San Nicolás de Francia. La verdad que no estaba en buen estado ya que le rodeaba una larga pared, que por algunos sitios se
podía pasar a jugar en ella. La época que digo era los años 60 finales y mediados de los 70, es cuándo vivía allí con mi familia. Junto enfrente a él. Durante la infancia y juventud no tienes peligro, o no lo
ves, y la curiosidad es mucho mayor, encima si no estás solo aun parece que apetece explorar esos lugares que estaban prohíbidos.
Pero de alguna manera teníamos que pasar el rato todos los amigos que vivíamos en el vecindario,
investigar si había alguién, claro que los mayores nos decían.......hay un cementerio y se ven huesos de los fráiles, para evitar que entrásemos cosa que a veces el efecto era todo lo contrario claro. Me acuerdo que había
un equipo de fútbol en el que jugaban entre otros mis dos hermanos y amigos que eran vecinos y otros chicos que sabían de la existencia del equipo. Los sábados por la mañana eran los partidos, ni que decir tiene que nosotros apoyábamos
a nuestro equipo, e incluso le dábamos agua para que se refrescarán. Un número de fans que aunque no ganasen lo pasábamos bien y ellos hacían deporte y ejercicio.
Me acuerdo que cuándo eran las Fiestas de Calatayud,
tanto las de San Roque como las de la Virgen de la Peña, en pleno verano, desde agosto hasta principios de Septiembre las Ferias las colocaban al lado de casa. Una ventaja doble para nosotros, ya que nos hacíamos amigos de los dueños o
chicos que trabajaban en ellas y nos invitaban a subir. El ambiente era divertido ya que a mi me gustaban mucho y me divertía de lo lindo con mis amigos y familiares. Ya sabíamos dónde subirnos para darnos más vueltas, en los cubos
azules claros de la Selva por ejemplo. O en el tren chu-chú o de la bruja, dónde recibías numerosos escobazos y algún que otro globo.
Como no había mucho espacio la Noria la pusieron en los terrenos de ese Convento y
allí también nos montábamos, la verdad que no nos mareábamos pero nos divertíamos de lo lindo. Después con el paso de los años hicieron pisos y ese Convento se reconstruyó ya que actualmente hay un Hotel
muy bonito al lado de una plaza reconstruída que antes estaba una casa de baile llamada " La Pera" que también tenían otras funciones, como fue una exposición canina que hubo y fuimos a verla, ya que nos encantaba los animales y
más en concreto los perros, cuándo estuve allí pasando unos días con mi amiga. Ha cambiado mucho el barrio a mejor claro, pero las veces que he vuelto por alli, me sale la imagen de la tapia y los bonitos recuerdos de aquellos años.
Al igual que había una callejilla que comunicaba con la Plaza de San Francisco, que por el día no pasaba nada, pero por la noche daba algo de apuro pasar por allí, y nos recomendaban dar la vuelta pero nosostros no lo hacíamos sino
que pasábamos deprisa por si acaso.
Comentarios recientes
Buenas tardes, encantado de saludarte. Soy Jose
Quería escribirte porque me ha parecido interesante comentar contigo la posibilidad de que tu negocio aparezca cada mes en periódicos digitales como not
Hola. ¿Cómo estás? Soy Alberto del Departamento de Prensa. Muchas gracias por atenderme.
He pensado que podría interesarte cómo podemos hacer que tu empresa aparezca en más de 50 periódicos digitales
animo ines esto pasara pronto y sera una anecdota mas q contar en el proximo rastrillo
El amor es como hacienda: siempre vuelve.