La verdad que hay que tener mucha imaginación para que en un programa de radio que echaban en horario nocturno, llamado La Noche Encendidaen Kiss FM, el locutor que lo presentaba, Enrique se llama, para acabar la temporada y antes de empezar las merecidas vacaciones de verano organizó un viaje en globo para un grupo de locos seguidores y amigos que siempre estaban cada noche a su lado. Era la cita obligada cada día al acabar la jornada de trabajo el momento de relax, ya que se emitía de lunes a viernes de 21:00 a 00:00 h. para esperar que sorpresa nos tenía preparada, o algunas veces era al revés se la dabámos nosotros a él. La verdad que eran buenos recuerdos que no se olvidarán por mucho que pase el tiempo.
Bueno a lo que iba, esa vez nos iba diciendo algo antes de que fuera el último programa de la temporada, porque la vez que nos quería decir " hasta luego" de una forma original y especial y la verdad que lo consiguió con creces. Imaginarós un viaje en globo todo bien preparado, el ruido que se escuchaba y nuestra imaginación hacía que estuviéramos en ese sitio en vez de estar en casa, estábamos recorriendo parte de nuestro precioso país en globo; aunque algunos teníamos miedo a las alturas, se borraron de un plumazo.
El poco espacio que había en ese globo que iba a un destino que no sabíamos todavía dónde sería el final, fue muy bien aprovechado ya que llevábamos de todo, bocadillos, bebidas y algo dulce para que aún que estuviera más completo y apagar ese hambre que teníamos y los niervios del estámago se fueran con algo que a todos nos gustaba. Era una manera de decirnos que aunque cada uno estuviera lejos en las vacaciones estivales, la amistad y las ganas de divertirse no se acababan ya que habíamos hecho un grupo de amigos locos que cada noche teníamos una cita con un programa de radio, con su presentador que era amigo y nos enganchaba de tal manera que siempre nos sorprendía cada noche con algo nuevo, es decir, que ponía el alma, la piel y el corazón en lo que hacía y eso se notaba a todos aquellos que le ponían las orejas al otro lado de la radio, u ordenador, cómo solía decirnos.
Gracias Enrique por habernos hecho disfrutar cada noche a tu lado, divertirnos, emocionarnos, reinos e incluso llorar con sentimiento. Sigue así en dónde estés, ya que al disfrutar con lo que haces eres feliz y haces felices a los demás, y en esos ratos se nos olvidan las penas, problemas que todos tenemos, ya a pesar de pensar que podemos estar solos no lo estamos tú nos lo dices en el momento que estás al otro lado de ese mundo tan vivo y cercano que es la radio.

El cuento volaba libre y en cualquier momento se posaba en el hombro del escritor a susurrarle su historia en la oreja...ahora parece que la inspiración se había despistado a este contador de historias algunas reales otras inventadas que llegó por casualidad, y parece que le ha entrado el gusanillo en el cuerpo. Su historía era la vida de él, algo rutinaria pero que a veces quería cambiarla, pero cuándo llegaba la ocasión se echaba atrás y pensaba que no iba con él lo que le pasaba.
Tenía una profesión que le gustaba, la dedicación a los demás le unía a su alma desde siempre, era curioso no había conocido por desgracia el cariño de sus abuelos, si de los tíos algunos mayores que parecían que hicieran ese papel tan necesario como son los abuelos. Sin embargo, en su trabajo tenía relación con ellos y le gustaba escucharles contando a veces sus historías que las vivían con tanto anhelo que parece que fueran dándose en ese momento.
La soledad de ellos a veces se perfilaba en la de ese escritor que con la idea de alegrar contando aquello que le ocurría pensar ya que se lo inventará o le hubieran pasado en un tiempo anterior: infancia, juventud, etc. Tenía la familia que le absorbía bastante, pero por lo menos no estaba sola, sus amistades también eran de siempre, aunque por la vida que llevaban no se veían tanto como quisiera, pero las circunstancias eran esas y a veces no se podía cambiar.
Con su pensamiento pensaba que iba recorriendo aquellos lugares conocidos dónde había sido feliz, o en otros que le gustaría estar en algún momento ya fuera solo o bien acompañado de amigos o de aquella persona especial al que el destino se supone que nos tiene predestinado; pero no llegaba, y a veces se desperaba porque no era su caso, era amable, alegre y siempre dispuesto a ayudar a los demás; pero algo pasaba que ese cambio no se daba.
Pero no creía que eso duraría mucho, ya que la vida en cualquier momento te pude dar un vuelco y cambiartela por completo. Parecía que lo de escribir esos pequeños cuentos o relatos de una forma tan incipiente en la manera de comenzar le daba rienda suelta a esa imaginación que tenía y que quizás en alguna ocasión pudiera hacerse realidad, y no estar siempre solo, teniendo a su lado alguién que le respetara, comprendiera, complementara y le hiciese feliz aunque fuera de forma muy sencilla.

Llevaba días que no descansaba bien por las noches, no sabía muy bien el motivo de ello, aunque creía que se juntaba un poco de todo: trabajo, familia, el calor agobiante que hacía antes de tiempo que incluso pensabas que estábas más cansada de lo normal. Pero bueno era lo que había y no se podía hacer nada, intentar relajarse y llevar una vida algo más tranquila, pero a veces eso no podía darse, pero bueno por lo menos si intentarlo.
Después de esas noches algo desveladas, por fin pudo descansar unas horas que le reconfortó bastante. Hacía mucho que no se acordaba de lo que había soñado, pero en esa ocasión si que se lo recordó con tanta claridad que pensaba que aún le duraba el sueño, cuándo en realidad se había despertado.
Este sueño era que iba paseando por la playa ya casi era un poco tarde y apenas había gente por alli, iba tranquila a su ritmo, escuchando el ruido del mar que le emocionaba siempre y quería comprender lo que le podía susurrar ese monótono ruido. No se daba cuenta que alguién iba detrás de ella, un chico que la llamaba, se paró al pensar que oía voces y no eran las olas si no voces de alguna persona que quería preguntarle algo quizás.....? bueno llegó el chico casi sin aliento, ella para pasear iba rápida pensaba él.
Cuándo llegó a su lado y después de recobrar el aliento se saludaron y le preguntó por algún sitio en concreto, ella no era de allí, pero pasaba muchos veranos allí y conocía el lugar bien, bueno se lo explicó pero enseguida comprendió que era una treta para ligar el chico con ella, le había gustado desde el primer momento que la vió y quería conocerla más a fondo, y entonces se buscó esa escusa tonta para hablar con ella.
Ella se había percatado de la jugada, al principio pensó vaya lo que me pasa, pero vió que el chico parecía formal y no le importó seguir el camimo juntos e irse a tomar algo cerca de allí y hablar un rato y poderse conocer mejor. Aunque era tímida, pensaba, hacía mucho que no me pasaba esto, habrá que aprovechar la situación y si veo algo raro lo dejo, pero sucedió todo lo contrario, que tenían muchas cosas en común. Así que sin prisas por ningun lado siguieron alargando la noche lo más posible, terminaron juntos, e incluso decidieron ver amanecer juntos en esa playa que el destino les había encontrado.
Pero cuándo se ella se iba despertando notó como si había alguién en su cama, y vió que era el chico que había conocido en su sueño estaba junto a ella, sonriéndole porque se había despertado antes que ella, y le estaba observando como dormía tan plácidamente y con esa bonita sonrisa que le enamoró la primera vez que se la vió tan limpia para él. Por fin ya no estarían solos los dós, procurarían que esa incipiente relacion fuera duradera.

Había pensado aprovechar esos días de fiesta que tenía de la mejor manera posible, hacía calor en esos momentos, un calor que agobiaba ya que no era el tiempo adecuado para hacerlo, estábamos todavía en invierno, pero se agradecía, aunque seguro que frío tendría que hacer todavía, pero nada lo importante era aprovechar esos días y relajarse algo, llevaba mucho estres y tenía que sacarlo de alguna manera lo antes posible.
Madrugó como tenía costumbre no tanto como en los días de trabajo, pero estaba acostumbrada y enseguida se despertaba y no podía estar mucho en la cama, y cómo tenía que hacer muchos recados y disfrutar de esos momentos de relax para ella misma. Decidió ir a la peluquería a cambiarse un poco el look y llegar a la primavera más alegre posible, ya que lo necesitaba.
Después quedó con amigas que hacía tiempo que no se veían, eso sí estaban en contacto pero la vida un poco ajetreada que todas llevaban les impedía que se vieran más amenudo de lo que les gustaría, pero así era ese momento, y no podían hacer nada, ya seguro que habría ocasión más adelante de estar juntas como antes y contarse sus vidas. Era en el centro dónde habían quedado por la tarde en una cafetería que hacía mucho que no iban.
Ella para no perder la costumbre salío con tiempo, paseando tranquilamente con sus cascos del móvil escuchando música que le encantaba hacerlo, lo llevaba baja para escuchar los ruidos del tráfico de esa ciudad que cada día había más y seguro las horas muy fluido, que el cruzar los semáforos lo tenías que hacer rápido, pues no había mucho tiempo para ir a paso normal, pudiendo quedarte en medio en muchas ocasiones.
Bueno cuándo llegó al sitio dónde había quedado con las amigas alguna de ellas ya había llegado, iba contenta por estar un largo rato con ellas, tomarían algo tranquilas y luego quizás decidirián alargar la cita, la verdad que como el tiempo acompañaba y nadie tenía prisa, por volver a casa pensaron que sería bueno ir a cenar algo y luego ya volverían juntas a casa, algunas de ellas vivían cerca y aprovecharían para pasear a la vuelta . Un momento importante que no hay que dejar de lado mucho tiempo.

Os habeis puesto a mirar al cielo en una noche de verano? Supongo que si, lo malo es que hace muchos años si lo hacías desde el pueblo, o campo, podías contemplar el cielo lleno de estrellas y entonces te dedicabas con los amigos a descubrir las distintas constelaciones que podías conocer. Incluso si se estaba en silencio podía descubrir el sonido de los grillos, algo tan característico ya que en las grandes ciudades ahora apenas se puede apreciar.
Es una pena que la contaminación pueda evitar ver y contemplar ese universo que es el cielo, tan inmenso que cuándo lo estás observando seguro que los pensamientos se te van allí, es una vista muy bonita. Ahora puede que en ocasiones excepcionales se pueda ver limpio y con algunas estrellas. Nos hace recordar los momentos vividos de pequeños cuándo lo hacíamos, te absorbía tanto esa visión que a veces tenías que dejar de mirarlo porque te mareaba de lo que tu retina podía retener.
Otras personas le pasa igual cuándo miran la playa por primera vez, o más veces pero parece que sea esa visión de algo tan hermoso en movimiento y con el ruido de las olas contínúo te encierras en la imagén que observas y piensas que hermoso es, que es una pena que no la cuidemos, porque es vida para nosotros, como el sol o la lluvía. Tan necesarias en todo que siempre que no sea abundante y provoquen catastrófes o innundaciones importantes. Todo necesitamos del cielo, el mar, la lluvia, la montaña, las ciudades el sol, forman parte de nuestra vida, aunque pensemos que son algo secundarío, no es así. Hay que intentar que cuándo lo hacemos paramos un momento nuestra actividad y nos relajamos contemplando tanta belleza.
Lo malo que la vida tan estresada que llevamos casi siempre no lo permite esa contemplación, y sería beneficioso hacerlo aunque fuera un rato, el tener tiempo para nosotros como lo podemos tener al leer un libro, pasear, o ver una exposición o hacer aquello que a cada uno le guste y le relaje. Pero hay que cuidar la Naturaleza para continuar con la vida nuestra y la del Planeta Tierra.

Imaginaros la situación viernes tarde en clase del colegio, cerca de la ventana y al ver pasar los autobueses que nos llevarían a casa, te entraban ganas de que las clases se acabarán y poder descansar hasta el lunes; un largo fin de semana de fiesta. Pero no adelantemos acontecimientos, la clase era de repaso y al ver que iban pasando los buses nos dimos cuenta enseguida que siempre eran los mismos, menos uno que era nuevo, vamos recién salido del taller.
Pensamos las compañeras lo siguiente: " quién tendrá la suerte de ir en ese autobus a casa", casi hacíamos apuestas, pero luego cuándo ya acabaron las clases de esa semana, recogimos nuestros libros y carteras y nos fuimos a la explanada dónde se hallaban los autobuses. Conforme ibamos llegando hacía ellos nos dimos cuenta que ese nuevo me había tocado a mí. A las mayores del colegio las que hacíamos todo el recorrido nos pusieron de monitoras para controlar a las demás alumnas; entonces ni que decir tiene que una de esas monitoras del bus nuevo era yo.
Al entrar, tengo que decir que estábamos casi acabando el curso y por lo tanto hacía calor, que aún olía a pintura y cómo no había ventanas, era necesario poner el aire acondicionado. Se lo dije al conductor, era joven y él decía " bueno lo pongo, pero como vea manos levantadas lo apago", y veíamos que lo hacía, encima del olor a pintura y el calor que hacía; no había manera de hacer cambiar de opinión al conductor, se nos hizo el camino muy largo, más de lo normal claro.
Bueno al fnal con tanto quejarnos se dió cuenta qué teníamos razón. Casi siempre nos tocaba ese conductor por las tardes al volver a casa, y ya lo conocíamos. Bueno es un recuerdo del colegio que a veces no se olvida, y sobre todo, cuándo por la calle ves algún de esos autobuses, o de la empresa lo recuerdas.

El primer beso junto con el primer amor que se tiene en la juventud nunca se olvida aunque hayan pasado mucho tiempo. Quizás fue un poco apurado o con sorpresa, tímido e incluso muy corto, pero luego si es la persona adecuada seguro que van muchos más de todo tipo, más largos y apasionados. Otros de gratitud, de esperanza, de amistad, en fin que pueden significar muchas cosas según el momento que se dé y se reciba.
Todo el mundo quiere que en su vida exista esa persona que está destinada a él, aunque a veces piense que o está muy lejos o es un bulo, pero no se pierde la esperanza que cada uno de nosotros encontremos a nuestra media naranja, dejar de estar solos en nuestro mundo, ya que nuestros familiares no siempre estarán con nosotros siempre, y amigos y demás tienen sus vidas, trabajos y no siempre te podrán ayudar. El hecho de poder compartir tu vida con alguién que te complemente, te respete, te haga la vida un poco mejor, en fin, eso sería estupendo para todos.
Pero muchas veces por desgracia no ocurre esto, si no todo lo contrario, y a veces es mejor estar solo; pero con el paso de los años, se vuelve uno más exigente a la hora de poder compartir tu vida con otra persona que apenas conoces, y aunque sepas que es la persona ideal, el miedo u otras razones te impiden seguir adelante con la relación y te niegas a dejar parte de tu libertad e independecia por esa persona; pero claro es normal que se piense mucho las cosas antes de dar el paso definitivo, ya que a veces si no se da, te puedes arrepentir toda la vida de no haberlo hecho en su momento.
Así es la vida y tenemos que saber a vivir con lo que nos ocurre en ella, así nos hace más maduros y con más experiencia, y eso nos hará sortear la situación en cada momento que nos ocurra, y si no encontramos a esa persona destinada, si hacemos el bien con los demás y conservamos las amistades y los familiares, seremos felices también, ya que del todo no estaremos solos.

Supongo que todos os acordáis de un detalle, cuándo eramos pequeños y veíamos la tele con nuestros padres por la noche y echaban una película de dos rombos, significaba que nos teníamos que ir a la cama, ya que todavía no teníamos edad para verla. Y así, que aunque no nos apeteciera irnos, no nos quedaba otra. Bueno el relato que voy a contar sucedió una noche de verano. Estábamos mis hermanos y yo pasando unos días de vacaciones en nuestro pueblo natal, Illueca, en casa de nuestros tíos y primos.
Siempre nos encantaba pasar unos días de verano allí, además la casa era muy grande y cabíamos todos. También el hecho de estar con amigos de siempre, no llevar los horarios tan estrictos como durante el curso escolar era bueno para desconectar y cargar las pilas. Bueno voy al relato esa noche no habíamos quedado con los amigos después de cenar, al lado de casa, para jugar y estar juntos un rato. Nosotros los primos y hermanos en esos momentos estábamos en el patio de la casa familiar, y cómo la tele estaba puesta en el piso de arriba, escuchamos el sonido de lo que iban a echar en ese momento.
Nos pareció que era una película de miedo como descubrimos que era así, por la música que llevaba mientras empezaba, subimos al comedor con la intención de verla pero aunque no las teníamos todas consigo, ya que mis tíos nos dijeron que no la podíamos ver, y por mucho insistir nada, tuvimos que bajar otra vez al patio a seguir jugando e incluso pensando volver a subir de vez en cuando. Eso hacíamos sobre todo en los intermedios, con la suerte que una de las veces que subirmos nuestro tío y padre de mis primos estaba dormido, así que nos quedamos en el cuarto de estar para verla, pero no la seguíamos, ya que nos sentamos en la puerta de entrada que daba al pasillo, mirando un libro de cuentos.
En eso que al final de la película hubo un ruido y nos sobresaltó a nosotros que pegamos un grito lo que despertó a mi tio, y al vernos allí nos dijo " os he dicho que no podíais estar aquí viendo la pelí", nosotros le dijimos que no la habíamos visto, pero que como ya era tarde no nos apetecía estar en el patio y queríamos estar allí con ellos, aún era pronto para irnos a la cama, y además al día siguiente no madrugábamos tanto como ellos que tenían que trabajar y estábamos de vacaciones. Por eso a mi las películas de miedo no me van mucho, siempre en un momento dado te puedes asustar y eso no se olvida.

Tomando el título de una película de hace tiempo esa es la sensación que se tiene cuándo se está en lo más alto del Teide; así lo comentó el guía que tuvimos en esa excursión y os recomiendo que si vais a Tenerife no dejeis de subir al volcán del Teide, eso si no tenéis vértigo claro. Hace ya unos años decidimos mis amigas y yo ir una semana de vacaciones a la Isla de Tenerife, en agosto que era cuándo coindimos ese año que podíamos ir juntas.
La verdad que nos encantó todo lo que vimos, y disfrutamos, ya a veces no se pueden olvidar esos días: de ver mar, bonitas ciudades y conocer esas gentes que son especiales. El día que planeas las excursiones con la guía que nos tocó en el hotel, la de Teide se dejó para la víspera de irnos a casa, a Zaragoza. Pensábamos subir hasta lo alto 3 de las amigas, pero al final solo fuimos dos. Una experiencia muy emocionante. Bueno con el autobus y el guía que nos acompañaba nos iba indicando los lugares que por el camino íbamos pasando.
Cuándo llegamos a nuestro destino, subimos por el funicular hasta dónde después la subida al Teide andando por una cuesta de unos 200 mts, se hacía poco a poco dura; nos dábamos cuenta mi amiga y yo que a veces parecía que nos quedábamos sin aire y teníamos que parar un poco, la gente que iba bajando ya nos decían vais muy rápido, calibrar las fuerzas y no pasará nada. Así lo hicimos y era verdad que ya no costaba tanto subir. El guía iba por delante con otro grupo y nos esperaba allí en la cima.
Cuándo llegamos a lo más alto, la vimos y la verdad que eran sorprendentes las vistas que se veían desde allí; hacía sol y estaba el cielo despejado, se veía incluso las nubes, de ahí el título que he cogido para este relato; al igual que el resto de las islas que formaban el archipiélago de Canarias. Claro que nos hicimos la foto de rigor para inmortalizar el momento; nos dimos cuenta que allí a veces te mareabas un poco, el olor de azufre era fuerte, pero todo fué un poco rato, ya que había que empezar a descender la cima y volver con el resto de nuestras amigas y los compañeros de la excursión.
Un detalle que nos sorprendió fue que cuándo ya estábamos a abajo, dónde está el dedo de Dios y el resto del Parque Natural del Teide la sensación de que aunque el terreno era recto daba la sensación de que estaba inclinado que incluso te hacía ir más deprisa como si siguieras descendiendo. Nos lo comentó este detalle el guía, era por la gravedad. Fué un día muy bonito, aunque ya nos daba pena porque las vacaciones se acababan. Por la tarde nos hicimos un recorrido por las calles del Puerto de la Cruz, nuestro lugar de alojamiento, para acabar bien las vacaciones.

Hace muchos años cuándo yo vivía en Calatayud uno de los días que había que ir al colegio más temprano de lo normal salí de casa sola aunque me iba parando por si venía conmigo mi amiga Olga, que también eramos compañeras de clase y vecinas, una amistad que dura todavía, pensaba que como ella no aparecía por la puerta del portal me iría sola a mi destino. Sin embargo, fuí acompañada de Jhonny un precioso perrito negro, cuya una de sus amitas era mi amiga Gloria, que también vivíamos en el mismo vecindario e íbamos a la misma clase.
Ël como me conocía desde siempre iba conmigo tan a gusto, que incluso se iba parando las veces que yo lo hacía, por si mi amiga Olga al final nos alcanzaba para ir juntas, pero no ocurrió así; sólo los dos juntos, que me dejó en la puerta de entrada del colegio. Más tarde cuándo llegó su amita Gloria, le dije " a qué no sabes con quién he venido al colegio"?, ella me dijo que no lo sabía, yo le dije con Jhonny, y ella me contestó ya decía mi madre que no lo veía en la puerta del portal tumbado que le encantaba estar allí.
Siempre acompañaba algún vecino, como era al padre de mi amiga Olga, Paco a su trabajo, un camino mucho más largo que el del colegio, pero él iba encantado con su amigo, y su amigo igual. Otro día como ya sabía el camino y también la hora de salida de clase al mediodía me acuerdo que un chico nos dijó que estaba a punto de caerse al Jalón, el río que pasa por el centro de Calatayud, y justo al lado de nuestro colegio. Menudo susto nos dimos, pero afortunadamente se le pudo coger y no pasó nada.
Pero al final nos enteramos que alguién al verlo tan negro y de alguna raza valiosa para cazar lo cogieron de las veces que andaba por la calle; y lo que son las cosas, que al cabo del tiempo pasó por nuestra calle y nosotras lo vimos, le llamamos y él se volvió pero el hombre que le llevaba dijo que no se llamaba así; pero nosotras nos quedamos con la idea de que si era él. Desde siempre me han gustado los perros y yo creo que a ellos les gusto también porque eso se nota en el instante. Ahora mi hermana y sobrina tienen a Copito, un precioso bichón maltés que cuándo viene a casa está muy contento de estar con nosotras unos días, y va detrás de tí todo el rato, e incluso sabe cuándo es mi hora de vuelta del trabajo porque ya está en la puerta esperándome para sacarlo a la calle. La verdad que son muy listos, ya que entienden todo lo que les dices, solo les falta hablar.

La vida le había marcado desde siempre, era feliz con lo que hacía: su familia, su trabajo, sus amistades, y sus hobbies que intentaba realizarlos en los momentos que dedicaba a relajarse: lo hacía leyendo, o con amistades. Bueno eso estaba muy bien, pero cada uno tiene su vida con sus alegrías, problemas, en fin, y a veces por más que quieras no puedes ayudar a los otros, si no que te tienes que dedicar a la tuya propia.
Bueno quería saber lo que el destino le tenía preparado, aunque a veces tuviera miedo al mismo, era tímida y pensaba que según que cosas no podía hacer, pero luego el tiempo le daba la razón, aquello si ponía mucho incapié lo podía desarrollar sin problemas, y le haría la vida más alegre, y los demás se darían cuenta. Cuándo menos te lo espera sucede algo que todo tus pensamientos de siempre dan un vuelco, y cambias totalmente la situación o las circunstacias de ese momento.
Se relacionaba con amigos de siempre, y sentía que algunos de ellos cuándo estaban juntos lo pasaban bien, se contaban sus cosas de la manera más sencilla, es decir, que se tenían mucha confianza el uno en el otro. Los cafés que se tomaban eran largos, porque tenían muchas facetas comunes, gustos, o incluso aficiones y eso se notaba. El tiempo se pasaba volando cuándo se encontraban, siempre lo alargaban más de lo normal. Bueno esos encuentros y confidencias dió lugar a una amistad más profunda e incluso algún sentimento que estaba oculto, salío a la luz poco a poco, casi desapercibido, o un poco ignorado por el miedo a que no fuera correspondido.
Sin embargo, esto se dió en los dos, ese sentimiento hizo que a veces pensaran lo mismo, que tanto tiempo amigos de verdad, querían ver lo que el tiempo les iba a destinar juntos; quisieron darse esa oportunidad de conocerse mucho mejor y más profundamente, y entonces ocurrió que ambos habían encontrado a esa alma gemela, que se conocían de tanto tiempo, pero pensaban que sólo les unía una bonita y sincera amistad, pero se convirtió en la forma de ya no poder estar solos, si no juntos. Aunque irían poco a poco, para no estropear esa historía de amor que se había transformado de una vida de amigos desde hacía muchos años.

A dar la nueve Cenicienta había pedido un taxi para que fueran a buscarla a dar las doce. Llevaba días organizando una fiesta a lo grande entre sus amigas: Blancanieves, La Bella Durmiente, Alicia, Purgarcito; Hansel Y Gretel; en fin la crem de la crem de los cuentos infantiles. Quería que todo fuera un éxito y claro tenía que guardar entre todos los invitados el lugar secreto de dónde se iba a celebrar. Consultó con La Bella y ella le ofreció encantada su castillo; ya que por lo visto la Bestía y todos los demás personajes masculinos se iban a trabajar.
Claro que tenían que ir bien arregladas, a la última de peluquería, algunas con mechas californianas que querían lucirlas en sus hermosas cabelleras rubias, aunque no les sentaban bien, pero la fiesta era especial y tenían que estar bellas por si acaso se colaba algún invitado que no estaba en la lista incluido. Pero habían decidido mejor hacer un catering delicioso que incluyera numerosas tapas saladas y algo dulce para acabar la velada brindando con cava por lo bien que iba a resultar.
Entre los vestidos que lucian algunos eran de noche, de brillantes, otros más sencillos, había una gran variedad de ellos que incluso pensaron en elegir a la más elegante de la fiesta, tenían que estar cómodas en el gran salón que iba a tener lugar incluía una velada musical amenizados por los Músicos de Bremen. La fiesta duraría tres horas de 9 de la noche hasta la doce; se habían whassapeado las amigas para ir juntas al castillo. Quedaron a menos cuarto de las nueve en el bosque,tenían que ser puntuales ya que no duraba mucho la fiesta y la querían aprovechar a tope.
Se corría el rumor que habría alguna sorpresa y ellas estaban nerviosas por lo que pudiera ser, algún joven guapo o alguna carabina, disfrazada de sirvienta que ayudaba en el combite, no era otra cosa mucho mejor que lo descubrieron a mitad de la velada. Alguién llevó un dj con música bailona del momento y dejaron de lado los bailes de siempre para mover el esqueleto de una manera que nunca se había visto hasta ese momento en ese lugar tan lleno de encanto y sueños para sus habitantes. Pensaron como ha sido un éxito lo repetiremos.

Aunque era una persona alegre, que le gustaba relacionarse con la gente, a veces le costaba por su timidez tener a alguién cerca de ella; es verdad que aunque era feliz con su vida que la ocupaba: su trabajo, familia, amigos y hobbies, nunca había tenído la oportunidad de tener a esa persona que te conozca y te complemente. Siempre había habido algunos chicos que le gustaban, pero nada serio, que pudiera decir que tenía pareja.
Nunca lo había pensando hasta ese momento de su vida, que ya se iba haciendo mucho más complicado encontrar a su media naranja. Siempre le costaba poder dar ese paso de declarse a alguién, aunque las mayorías de las veces supiera que sólo podía ser una amistad especial, no dejaba de luchar por que en el día de mañana, cuándo estuvier sola por las circunstancias de la vida, tuviera a su lado a esa persona especial que parece que todos tenemos que tener aunque esté lejos en ese momento.
En unas vacaciones con amigas, hubo algun ligoteo, pero no salía de allí, un buen recuerdo que estaba en su memoria y que cuándo menos lo pensaba aparecía tan real que parecía que la tuviera enfrente de ella. Un chico con sus parecidas inquietudes, sus gustos similares y otros algo más diferentes, pero que eso hiciera que se complementaran de tal manera que no se pudiera comprobar que lo que les podía separar ya que se difuminaba de tal manera que apenas se apercibía.
Qué le hiciera su vida más feliz, alegre y sonriente, dispuesta a comerse el mundo y todo aquello que pudiera aparecer, los problemas, que muchas veces en compañía se solucionaban antes que en soledad. Al principio irían poco a poco, su poca experiencia de vida en pareja le provocaba retroceder e incluso poder tener miedo de que aquella relación no pudiera sobrevivir, pero a veces el tesón, la lucha y la fuerza que te sale del corazón puede mucho más que los incovenientes o zancadillas que puedan surgir.
Todo esto que junto a esa persona especial que hace que se lleve mucho mejor, la vida te sonríe mucho más, intentas ayudar a los demás casi sin proponerlo, sale casi solo, sin que a veces se puedan ver los posibles problemas que puedan surgir, pero también es verdad que la experiencia y la madurez es un grado en la vida que nos ha tocado vivir, en esos momentos felices y en los duros, nos hacen más fuertes. Que todos encontremos a esa persona que el destino nos tiene preparado.

Erase una vez un locutor de radio que llevaba muchos años dedicado a este medio, ya que desde pequeño le había entrado el gusanillo y comenzó por radios locales, hasta que fue pasando por numerosas emisoras e incluso hizo sus pinitos en la televisión, actor de doblaje e incluso publicidad hasta que llegó a la emisora de Kiss FM, dónde está actualmente. Una emisora de música pero que gracias a su profesionalidad hace que su programa sea especial. Su bonita voz que tiene emociona, siempre se inventa algo para que los numerosos seguidores y oyentes e incluso amigos que le siguen se queden enganchados a él.
Con sus juegos, emociona, divierte y hace que estés deseando que sea su momento de estar en antena para estar al otro lado y así no sentirse sola. Incluso gracias a las Redes Sociales se puede interactuar con los locutores de directo, a veces con un simple comentario que pones él, Enrique, lo comenta por antena y te das cuenta que le ha gustado lo que lo has puesto pensando que no era algo destacado. Cómo digo ha pasado por numerosos horarios, pero cuándo le tocó en el nocturno, todo cambió.
La Noche Encendida fue un programa muy especial desde el primero que se emitió: formó un grupo de amigos "locos" que se reunían cada noche de lunes a viernes de 21:00 a 24:00h. El formato del mismo se componía de : canciones dedicadas, pero aquí se les denominaba "Encender canciones", con un sentimiento que podía ser variado, tu canción preferida o que te gustará con unas palabras que decía por antena antes de esa canción. La emoción estaba asegurada con la sección de los relatos o cuentos cortos; algunos nos empezó a gustar el gusanillo de escribir pequeñas vivencias o historias inventadas de forma sencilla.
En la llamada encendida se podía hablar con él en directo para dedicar esa canción a quién te pareciera en ese momento. La cercanía era importante siempre con ese cariño, amistad y respeto que hace que sea especial. En tu vida al aire ahí contaba tus vivencias de lo que quisieras contar en una carta y él te la hacía de esa forma tan emotiva y seguro que en antena era diferente a lo que tú podías creer.
Otro momento destacado eran las intro que hacía en cada hora, con temas variados que los esperabas con ganas de saber de que iba a tratar en esa ocasión. Pero lo que ha perdurado en el tiempo aunque ahora ya esté en otro horario es el "nanocuento", una frase que empezaba con el tema que se le pudiera ocurrir y nosotros con nuestra imaginación haciamos un pequeño relato de esa historia. El horario del nano era diferente según la ocasión, pero era una manera de estar en contacto con él y los amigos, siempre ha habido, solamente en casos extraordinarios no se ha escrito, por las causas que sean, pero a veces las circunstacias no se puede hacer lo que quieres o apetece en ese momento. Casi 1000 nanocuentos que se dice pronto, pero que creo que se va plasmar en un libro.
Es un gran trabajo de un gran locutor, profesional, amigo y persona que se llama Enrique Marrón. Estoy seguro o segura que si lo escuchas alguna vez por antena no te dejará indiferente seguro, que con su voz tan bonita te atrapará. Muchas gracias por ser como eres y muchos éxitos ahora y siempre, ya que haciendo el trabajo con el corazón y dejándote la piel se es feliz también.

Hay veces que no hace falta ver la tele para poderte enterar de una noticia importante que cambiará la vida de sus protagonistas. Esto viene al caso de una que en su momento fue inesperada para unos y deseada para otros. Además de la fecha en que se dió por oficial no era la más deseada, pero así ocurrió. Voy a contaros a lo que me refiero. Para finales de octubre y primeros de noviembre en mi ciudad, Zaragoza, se celebra el Rastrillo Aragón. Bueno llevo muchos años de voluntaria en el stand de libros junto con mis compañeras.
Cómo estamos muchas horas yo la verdad que de noticias de televisión no me entero mucho esos días, es como si cambiara el chip. Bueno cada 1 de noviembre tengo la costumbre de ir al Cementerio a primera hora a poner las flores a mi padre. Madrugo y suelo bajar andando, con un paseo que me viene muy bien hacerlo. Ese día llegué con mucho más tiempo de que abrieran el Rastrillo por ese día, además de como era festivo solían hacer la Misa para los voluntarios.
Hacía frío esa mañana, así que decí hacer tiempo en un bar que se halla enfrente y tomé un café además de aprovechar para echar una ojeada al Periódico dónde decían la noticia del día, ponía " Parece que el Principe Felipe tiene novia". Yo después de leerlo y tomarme el café me fuí al Rastrillo a empezar con la jornada como siempre. Por la tarde con mis amigas nos fuímos al bar a tomar algo y a descansar, cuándo ya salíamos del mismo e íbamos de camino al stand, llegó un buen amigo a darnos la exclusiva. Nos dijo lo siguiente..:" hay que disgusto" llevo, le preguntamos que le pasaba, y él nos dijo" yo pensaba que la novia del Principe erais una de vosotras y resulta que es una Periodista".
Nosotras nos quedamos con la noticia y al ir al stand lo comentamos ese día y el siguiente, con gracia, porque pensábamos que ya era hora que el Principe tuviera novia oficial y se casase, lo malo que la gente nos miraba un poco mal. Nos daba tiempo para atender a los numerosos amigos y clientes fieles de todos los años y de disfrutar de nuestra compañía en esos días tan especiales que dejamos para poder ayudar a los demás en esa semana y algún día al año, aunque la preparación se hace el resto del año, son en esos días cuándo se hace más efectivo.

El la veía pasear al perro cada tarde. Esta vez no se le escapaba; cogió a Tuso, le puso una correa y a ligar y a pasear al gato. No le importó lo que pensaran la gente ni ella cuándo apareció a su lado con su gatito. No vivían lejos el uno del otro, sabían ambos que tenían mascotas diferentes, ya que a un perro había que sacarlo a pasear cada día varías veces, pero al gato no era necesario; solamente cuándo salía a la calle eran por motivos de veterinario o viaje, eso si siempre en su jaula.
Vivían solos en sus pisos haciendo su vida de la manera que ellos sabían, se conocían de vista, alguno hola o hasta luego, pero no se habían encontrado en esa situación hasta ese momento; él pensó a mi me gusta ella y tengo que conocerla como sea, no vaya ser que la pierda y no me lo perdonaría; pero claro el problema era que sus mascotas eran distintas, y siempre se había dicho que los perros y gatos no se llevaban bien; son muy diferentes en la manera de ser de cada uno, al perro le gusta la compañía y en cambio el gato era más independiente.
Aunque ambos se habían adaptado bien a la vida de sus respectivos amos, llevaban juntos mucho tiempo y se conocían bien, comprendían que ambos dueños se gustaban pero eran incapaces de dar el primer paso, pero al encontrarse en la calle paseando con su perro y su gato; al saludarse decidieron emprender juntos la rutina obligatoria de sacar a estirar las patas al guau y él con su miau iba tan contento que no veía nada más que a ella, algo azorada en un momento, pero que luego al comprender la simpatía de él, se relajó y se fijaron en que las mascotas iban juntas maullando y ladrando de vez en cuándo pero de felicidad, por fin ellos entendieron que sus amos estaban juntos.

Se despertó sonriendo no sabía el motivo en un principio ya que no le hubiera importado estar un rato más durmiendo. Lo que no le pasaba desde hace mucho tiempo le ocurrió esa noche pasada; le sorprendió ya que el día anterior había sido rutinario, había trabajado, siendo un día como otros, bueno a veces ajetreado otros más tranquilo, pero lo normal. Tampoco ninguna conversación que le pudiera haber influido en su subsconsciente e incluso casi no vió la tele. En fin a veces la mente te juega buenas o malas pasadas, pero así hace algo más interesante el día a día.
Lo que había soñado era que por fin en mucho tiempo lo que parecía que nunca iba a pasarle se dió, es decir había encontrado a esa persona especial que la comprendía, la entendía de tal manera que pensó por fin ya no estoy sola durante quién sabe si un tiempo o será para siempre, bueno eso el tiempo lo diría. Su sueño le había transportado a un lugar de playa, tal vez era época de vacaciones, sabía que hacía buen tiempo, primavera quizás o empezando el verano. Estaba dando un paseo al lado del mar, para relajarse un poco; ya que la temporada anterior había sido algo dura, y necesitaba estar sola unos días y relajarse.
Buscó un lugar tranquilo que le habían recomendado amigos y allí fué, sólo serían tres o cuatro días, un fin de semana largo, pero no le importaba estar sola, ella con sus hobbies; la lectura, la música, dar largos paseos y alguna visita cultural o incluso exposición si había ocasión con eso era feliz. Aunque era tímida no le costaba hacer amigos, y así fué como encontró a esa persona que le dijo su corazón en cuanto la tuvo delante : " es tu alma gemela", empezó a latirle con fuerza que casi se le iba a salir del pecho. Ese chico le sonreía porque a él le pasaba igual.
Se saludaron y empezaron a hablar de lo típico, pero mientras estaban juntos comprendieron que eran tantas las cosas en común que tenían que casi no se lo podían creer. Decidieron ir poco a poco, era mejor así, no fuera que con las prisas lo estropearán, sonrisas, caricias, las manos juntas enlazadas en los paseos, algún otro beso al principio tímido luego ya más profundos y largos. Abrazos en fin todo aquello que hacían las personas que sus corazones les decían esa persona es la que te estaba esperando para ser feliz contigo. La vida a veces es dura, que te hace madurar con las experiencias pero otras también son alegres y felices, y eso nos dicen a todos que hay que vivir el momento presente, y dejar a un lado el pasado y el futuro, que ya se irá viendo como se desarrolla. Cuesta hacerlo pero es lo que deberíamos hacer todos aunque no pensemos que es lo que debemos hacer en ese momento.

Esta frase viene a una situación que nos pasó hace años a mi amiga Merche y a mi en el Rastrillo Aragón. Siempre esos días que se lleva a cabo en mi ciudad, Zaragoza en la Sala Multiusos, ocurre alguna anédocta que nos pasa y no se olvida fácilmente aunque pasen muchos años. Nosotras junto con más compañeras y amigas estamos en el stand de libros, y en esa época teníamos el stand cerrado, ahora desde hace mucho está abierto para que el público visitante lo pueda ver mejor y elegir los libros que andan buscando.
En uno de los innumerables ratos de descanso, nos fuimos las dos al Bar a tomar algo ya que hacía falta sentarnos un poco, ya que estábamos siempre de pié y al final notas el cansancio, pero que es agradable por el hecho de estar juntas unos días y hacer algo por los más necesitados y así nos sentimos mejor con nosotros mismos.
Como era por la tarde no sabíamos que elegir, estábamos pensando si en algo dulce o algo salado, resulta que había dos chicos voluntarios en el bar y uno de ellos nos escuchó lo que estábamos hablando y dijo" si es algo dulce mi amigo y si es algo salado yo", nos hizo gracia el comentario y después de elegir lo que nos apetecía tomar en ese momento nos sentamos en la mesa libre y nos pusimos a charlar de nuestras cosas.
A los pocos días seguíamos estando allí, ya que dura 10 días, y algún familiar del stand nos había comprado para nosotras para reponer fuerzas, algo dulce y algo salado. Nos ofreció una de ellas y nosotras elegimos, mi amiga Merche algo dulce, y yo algo salado que me va más. Claro nosotras nos reímos de la situación y ella nos preguntó que nos pasaba, que eso significaba algo; le decíamos que no pero ella dijo si que algo os recuerda ya que os habeis reido las dos. Al final se lo tuvimos que contar, e incluso alguna vez venían a vernos los dos amigos del bar, el dulce y el salado, eran muy simpáticos la verdad. Bueno son buenos recuerdos que tienes que no olvidas.

A una aficionada a la lectura como lo soy desde hace muchos años,en una ocasión tuvo la suerte de ser invitada por unos buenos amigos de toda la vida a pasar un fin de semana a Madrid. Tenía ganas de estar con ellos y su familia ya que así se pondrían al día y contarse sus vidas. Aunque estaban viviendo en ciudades distantes mantenían la comunicación muy fluida. Tenía fin de semana largo de fiesta en el trabajo, con algun cambio, pero pudo aprovecharlo bien.
Se fue en autobus a Madrid, un viaje algo largo, pero cómodo, ya que entre su lectura y el móvil no se le hizo tan largo, además había parada en el camino para estirar un poco las piernas y tomar un café. Había quedado con su amiga y sus hijos en la Estación de Autobuses, ella llegó a su hora, dejó la maleta en consigna, ya que iban a comer cerca de allí y luego pasarían la tarde en el Parque del Retiro que era el lugar dónde en estos días estaba La Feria del Libro en Madrid, y le apetecía mucho ir.
En su ciudad, Zaragoza también iba a la Feria pero no era tan concurrida como en la de la capital. Bueno después de comer ya fueron hacía el Retiro. Ella se fue un momento a visitar a unos buenos amigos de la familia que vivían cerca de allí, y era obligado verlos aunque fuera un rato, a tomar un café. Así lo hizó así vió a esa familia querida. Volvió al parque y en la entrada estaba Olga, su amiga con sus hijos.
Además había quedado con dos amigos, María Y Antonio, para conocerse personalmente, solo se conocían de un chat de un programa de radio nocturno y ya que hablaban todos los días, la amistad se había hecho algo más profunda y tenían la oportunidad así de verse y hablar de cómo se habían conocido y todas aquellas anécdotas que pasaban en esos momentos que cuándo estaban juntos disfrutaban mucho.
Fue un momento muy especial y divertido, con la foto del grupo que había que hacer ya que los demás querían ver que si que había habido una quedada. La verdad que el fin de semana se pasó volando, pero fué muy amigable y el hecho de ver a sus amigos y familia se llenó de alegría, el tiempo acompañaba y eso hizo que no se olvidarían de aquellos días tan esperados. El día de la quedada, apenas pudieron ver las casetas, era sábado y estaba lleno, pero cuándo se fue el lunes a Zaragoza, volvieron a pasar las dos amigas y era una gozada poder visitar cada una de las casetas tranquilamente y poder ver los libros.